El padre de Wendy atribuye su muerte a la demora en procedimientos médicos, a la falta de un especialista y a la negligencia del sistema de salud
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
«Era mi única hija, aún no he superado la muerte de su hermano y ahora ella se me va», fueron las palabras que, con la voz quebrantada, expresó Juan Enrique Castellanos, padre de Wendy Castellanos Flores, una joven madre de familia que perdió la vida tras complicaciones derivadas de un cáncer.
Su padre denunció públicamente que el fallecimiento de su hija, no solo fue producto de su padecimiento, sino también, consecuencia de la tardanza y falta de atención médica oportuna.
Dio a conocer que Wendy, de 38 años, era licenciada en Informática pero dedicada al hogar, fue hospitalizada de emergencia debido a la gravedad de su estado, no obstante, la atención que recibió en un principio fue lenta y deficiente.
«Desde el viernes por la noche hasta el domingo no le hicieron nada», lamenta su padre.
Asegura que, de haber sido atendida a tiempo, su hija podría haber tenido una oportunidad de recuperación, sin embargo, por diversas razones el personal medico en la Clínica 7 del IMSS no realizaron el traslado a Monterrey sino hasta el martes a primera hora.
Detalló que, la joven finalmente fue trasladada a Monterrey, donde recibió intervención quirúrgica, pero ya era demasiado tarde, el desenlace fue trágico, aunque la operación transcurrió con éxito y, según los reportes médicos, su estado era estable, la situación empeoró.
Su padre atribuye su muerte a la demora en los procedimientos médicos, a la falta de un especialista oportunamente y a la negligencia de un sistema que, según él, le negó una oportunidad de vida a su hija.
Para Juan Enrique, esta pérdida se suma a otra herida que aún no ha sanado, hace tres años, también perdió a su hijo mayor, víctima de un golpe de calor mientras trabajaba en AHMSA.
Hoy, Wendy deja en la orfandad a tres niñas de 11, 9 y 7 años, mientras que su padre, devastado, aún no decide si interpondrá una denuncia formal contra el personal médico.
«No sé qué paso a seguir. ¿Qué gana uno con meter demandas? Lo que quería era salvar a mi hija», expresa con resignación, su testimonio refleja el dolor de un hombre que ha visto partir a dos de sus hijos sin poder hacer nada para evitarlo.