La escena contrastó con la rutina habitual de la zona: avenidas despejadas, plazas sin aglomeraciones y una notable ausencia de peatones
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
La movilidad en el primer cuadro de la ciudad registró una caída considerable durante los días mayores de la Semana Santa; desde las primeras horas del Jueves Santo, las calles del centro histórico y la zona comercial mostraron una afluencia mínima de personas, configurando un escenario inusualmente tranquilo para una de las áreas más concurridas del municipio.
Los principales corredores peatonales y vehiculares del centro, que en días hábiles mantienen una intensa actividad, permanecieron semivacíos, reflejando la pausa generalizada que trae consigo este periodo de reflexión religiosa.
La escena contrastó con la rutina habitual de la zona: avenidas despejadas, plazas sin aglomeraciones y una notable ausencia de peatones en sectores tradicionalmente concurridos.
La disminución de la movilidad fue percibida desde el Jueves Santo y se prevé se mantenga constante durante este Viernes Santo, día que históricamente concentran el mayor impacto de las festividades en la dinámica urbana.
Se prevé que la actividad comercial y ciudadana retome su ritmo habitual a partir del fin de semana, conforme concluyan los días de asueto y la población regrese a sus actividades cotidianas.