La noche de este Jueves Santo el atrio de la parroquia Santiago Apóstol se iluminó con una atmósfera de reverencia y espiritualidad, ante cientos de fieles católicos
Luis Angel Estrada
LA PRENSA
La noche del Jueves Santo, el Atrio de la iglesia Santiago Apóstol se iluminó con una atmósfera de reverencia y espiritualidad, al albergar una emotiva escenificación que conmemoró momentos clave de los últimos días de vida de Jesucristo. Este evento, que congregó a una numerosa cantidad de fieles católicos, no solo fue un acto de fe, sino también una representación artística que buscó profundizar en la comprensión del sacrificio y la pasión del Salvador.
El primer momento presentado fue La Última Cena del Señor, una escena que evocó el profundo significado de este acontecimiento, donde Jesús compartió su último alimento con sus discípulos. La representación capturó la intimidad y el simbolismo del pan y el vino, elementos centrales en la tradición cristiana que representan el cuerpo y la sangre de Cristo. Los actores, vestidos con trajes de época, lograron transmitir la solemnidad del momento y la angustia que sentían los apóstoles al darse cuenta de lo que estaba por venir.
A continuación, se escenificó La Conspiración de los Sumos Sacerdotes contra Jesús, un momento crucial donde se evidenció la traición y el desprecio hacia el mensaje de amor y redención que Jesús había traído al mundo. Esta parte de la representación mostró cómo las autoridades religiosas planearon su captura, destacando los conflictos entre lo sagrado y lo político.
El tercer acto fue Jesús en el Huerto de los Olivos, donde se retrató la agonía del Maestro mientras oraba antes de su arresto. Esta escena fue especialmente conmovedora, ya que se reflejó el dolor y la soledad que sintió en ese momento crítico. La iluminación tenue y el sonido suave del viento crearon un ambiente propicio para que los asistentes reflexionaran sobre el sacrificio personal y el valor del perdón.
Finalmente, la escenificación culminó con El Juicio de Jesús ante los Sumos Sacerdotes, un momento tenso que puso en evidencia las injusticias del juicio llevado a cabo contra Él. Los actores lograron transmitir la tensión emocional y las falsas acusaciones que enfrentó Jesús, resaltando su silencio ante las provocaciones como un acto de fortaleza y dignidad.
Este evento no solo fue una representación teatral; fue un llamado a la reflexión sobre los valores centrales del cristianismo: amor, sacrificio y redención. La participación activa del público, junto con momentos de oración y meditación, convirtió esta noche en una experiencia espiritual profunda para todos los presentes.