Repiques de campanas y aplausos para el Pontífice
Cardenales encabezaron la solemne ceremonia en la capilla de la residencia de Santa Marta
Por C. González/Excelsior
La Prensa
CIUDAD DEL VATICANO.- El cuerpo del papa Francisco fue trasladado ayer de la capilla de Santa Marta hacia la Basílica de San Pedro.
Al ritmo del repique de las campanas de San Pedro, una decena de cardenales y de guardias suizos acompañan en procesión el féretro del primer pontífice latinoamericano hasta la basílica, donde los fieles podrán verlo hasta mañana por la tarde, la víspera de su funeral.
Los arzobispos y obispos, los canónigos del capítulo vaticano, las penitenciarías menores ordinarias vaticanas y, según el Motu Proprio Pontificalis Domus, todos los miembros del Coro Pontificio, vestidos con el hábito coral propio, se reunieron en la Plaza Santa Marta, a las 8:00 horas (tiempo de Roma) 1:00 horas (tiempo de México) para realizar el rito de traslado del fallecido jefe de la Iglesia católica.
Tras una breve oración liderada por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, el ataúd fue trasladado hacia la Basílica de San Pedro, acompañado de los sones de las campanas del Vaticano.
“Demos gracias al Señor por los innumerables dones que ha concedido al pueblo cristiano a través de su siervo el papa Francisco”, dijo el camarlengo en la oración.
El momento destacó por su solemnidad.
“Pidámosle en su misericordia y bondad que conceda al difunto Papa un hogar eterno en el reino de los cielos y que consuele con esperanza celestial, a la familia papal, a la Iglesia de Roma y a los fieles de todo el mundo”, agregó Farrell.
Los cardenales comenzaron a salir de la capilla y posteriormente comenzó el traslado del féretro del Obispo de Roma.
Funcionarios del Vaticano ayudaron a 14 portadores del féretro con guantes blancos y traje negro a subir el ataúd por una pendiente de piedra, antes de que la procesión atravesara las gigantescas puertas de bronce de San Pedro y entrara en el silencioso interior de la iglesia.
Desde el Arco de las Campanas salió a la Plaza de San Pedro a hombros, descubierto y acompañado por miembros de la Guardia Vaticana, para después entrar en la Basílica Vaticana por la puerta central.
Durante el servicio, Farrell distribuyó agua bendita sobre el cuerpo del jesuita argentino, quien murió el lunes pasado a los 88 años a causa de un derrame cerebral, mientras convalecía tras ser dado de alta por una neumonía severa.
El servicio incluyó una lectura del Evangelio de Juan, en la que Jesús le dice a Dios: “Di a conocer tu nombre y seguiré dándolo a conocer, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos”, reportó la cadena CNN.
La congregación recitó varios versículos religiosos, incluido el Salmo 22: “El Señor es mi pastor”.
El sencillo féretro de madera de Francisco fue colocado a nivel casi del suelo, sobre una pequeña plataforma.
La multitud fue guiada para presentar sus respetos.