Existe una nueva tendencia en la ciencia económica que busca una manera “innovadora” para poder lograr el crecimiento de las economías gracias a los niños talentosos.
La idea es encontrar aquellos niños que tienen mentes brillantes, por supuesto, encontrarlos a edad temprana para así poder darles las herramientas necesarias y así desarrollar sus talentos de una manera más rápida, adecuada y con propósitos.
Según el Fondo Monetario Internacional por medio de la economía del talento se podrían resolver problemas actuales. Ya que cuando se logra identificar, formar e invertir en personas talentosas es posible activar un gran motor para el crecimiento y desarrollo económico.
La idea es “democratizar”, aunque creo que es más adecuado decir masificar, de acuerdo con las posibilidades y cantidades, el acceso adecuado, de los jóvenes talentosos, a los recursos para potencializar sus talentos y así ellos pudieran colaborar en el crecimiento económico.
Con la economía de talento se busca identificar a quienes sobresalen, principalmente en economías subdesarrolladas para incorporarlos a instituciones educativas de calidad internacional en un entorno de innovación, tecnología, inteligencia artificial para que así desarrollen de una manera más rápida y correcta sus talentos. Considerando además de lo académico aspectos como la solidaridad, la colaboración, el trabajo en equipo y liderazgo.
Definitivamente la barrera más grande y ancha con la cual se topan los niños talentosos son las limitaciones económicas por ello se han fundado diversas organizaciones filantrópicas que permiten detectar mentes brillantes y desarrollarlas en los entornos adecuados.
Por supuesto que existen voces que no están de acuerdo con el desarrollo de genios solitarios, fortaleciendo así la teoría del individualismo, más que el del apoyo solidario a la comunidad. Además, los opositores a esta economía del talento sostienen, y con mucha razón, que el crecimiento y desarrollo económico dependen más de la sociedad que de un solo individuo. En ese tenor la economista Mariana Mazzucato, quien es fundadora y directora del Instituto de Innovación y Propósito Público en el University College de Londres ha señalado que “la innovación es el resultado de un esfuerzo colectivo masivo”, mostrando así la crítica a la economía del talento.
Es cierto que el talento individual puede ser detonante para el progreso, como lo fue Issac Newton, pero también hay talentos que de nada sirven de manera individual como el del Tom Brady quien necesitó de compañeros para poder potencializar su talento en el futbol americano. Tal vez la mejor manera de explicar cómo funciona la economía del talento se encuentra en forma sintetizada en la frase de Michael Jordan: “Construí mi talento en los hombros de otra persona”