Pedro Inzunza Noriega y su hijo Pedro Inzunza Coronel
Se trata de la primera denuncia formal en la que se inculpan a directamente a los cabecillas de dicho cártel por tráfico de fentanilo, metanfetamina y heroína
Por Staff/Milenio
La Prensa
EU.- Padre e hijo, Pedro Inzunza Noriega y Pedro Inzunza Coronel, han sido acusados formalmente de narcoterrorismo y apoyo material al terrorismo, en la corte federal de San Diego, California, por haber traficado toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a los Estados Unidos como parte de sus operaciones al frente de la facción del Beltrán Leyva, en el Cártel de Sinaloa.
En conferencia de prensa, autoridades federales aseguraron que se trata de la primera vez que se presentan cargos por narcoterrorismo en relación con una operación de tráfico de drogas. “A los líderes del Cártel de Sinaloa: ya no son los cazadores, son los cazados. Serán traicionados por sus amigos, serán atormentados por sus enemigos y también se encontrarán aquí, ante una corte en el Distrito Sur de California”, apuntó Adam Gordon, fiscal general para el Distrito Sur de California.
En la acusación, en poder de MILENIO, se incluye a siete operadores del cártel, entre ellos a Inzunza Noriega, alias El de la Silla y El Sagitario, y a Inzunza Coronel, alias Pichón. Se trata de siete cargos por crimen organizado, narcoterrorismo, dar apoyo material a una organización terrorista, conspiración internacional para distribuir drogas y conspiración para lavar dinero. En el evento, se explicó que a Pedro Inzunza Noriega también se le conoce como El de la Silla, debido a que se encuentra parcialmente paralizado tras un tiroteo con un cártel rival.
En el documento, además, se señala a Javier Alonso Vázquez Sánchez, alias Tito, quien se se encarga de laboratorios de drogas sintéticas y de bodegas de fentanilo en Sinaloa, México. David Alejandro Heredia Vázquez, alias Tano, y Óscar René González Menéndez, alias Rubio, vigilan operaciones de tráfico de cocaína y lavado de dinero en Centroamérica. Daniel Eduardo Bohórquez, alias Chopper, coordina la importación y distribución de drogas en Estados Unidos, así como la recolección y envío del dinero a México y finalmente, Elías Alberto Quiroz Benavides, es un lavador de dinero que opera desde Costa Rica.
“Documentos de la corte los describen como líderes de una de las más grandes y sofisticadas redes de producción de fentanilo en el mundo nombre de la facción de los Beltrán Leyva, del Cártel de Sinaloa”, asegura la fiscalía.