Proyecto LuNaR contempla Cuatro Ciénegas, Arteaga y Saltillo
El estado tiene potencial para la mayor reserva mundial de cielos oscuros; capacitarán a 30 guías para espectáculos celestiales con una derrama económica proyectada de 10 millones anuales
Alonso Crisante
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.– En medio de los desiertos de Coahuila se esconde una riqueza poco explorada, pero de valor incalculable: sus cielos. Con una calidad de oscuridad que rara vez se encuentra en el planeta, la región podría convertirse en la reserva de cielo oscuro más grande del mundo. Para alcanzar este objetivo, este viernes fue presentado el proyecto Look up Now and Reconnect (LuNaR) en el Museo del Desierto (MUDE), con la participación de expertos internacionales en turismo astronómico.
LuNaR es una iniciativa impulsada por la Unión Astronómica Internacional (IAU) a través de su Oficina de Astronomía para el Desarrollo (OAD), que busca reconectar a las comunidades con el cielo nocturno y transformar esa experiencia en un motor económico, cultural y ambiental.
El programa contempla la capacitación de al menos 30 touroperadores y guías comunitarios en municipios como Saltillo, Arteaga y Cuatro Ciénegas, con el fin de ofrecer experiencias astronómicas únicas. Estas actividades estarán a cargo de la Sociedad Astronómica de Saltillo, que dará seguimiento a los nuevos operadores turísticos especializados en astroturismo.
Durante la presentación, Eva Ávila, representante de AstroÁndalus, una agencia española dedicada al turismo científico, advirtió sobre el valor ecológico y turístico de los cielos coahuilenses: “En México tenéis un verdadero oasis, un santuario de cielo oscuro. Esto es tan raro como encontrar un bosque primario. Es una joya en peligro de extinción”.
De acuerdo con Gonzalo Contreras, de la organización Espacio Supernova, Coahuila posee cerca de 90 mil kilómetros cuadrados con cielo de alta calidad para la observación astronómica, cifra muy por encima del Parque Nacional Big Bend, en Texas, que hoy ostenta la mayor reserva certificada con apenas 15 mil kilómetros cuadrados.
“El potencial de esta región es tal que, con voluntad institucional y coordinación entre actores, podría convertirse en la mayor reserva de cielo oscuro del planeta”, aseguró Contreras.
El proyecto no solo apunta al cielo: también pretende generar un impacto económico tangible. Las proyecciones indican que el astroturismo podría aportar hasta 10 millones de dólares anuales a la economía del estado, considerando tanto los ingresos directos como los indirectos derivados de pernoctaciones, servicios turísticos complementarios y promoción internacional.
LuNaR también incluirá concursos de fotografía nocturna, exposiciones itinerantes en Saltillo, Torreón y Campeche, y actividades de divulgación científica vinculadas al patrimonio natural y cultural de la región. Estas acciones forman parte de una alianza más amplia en el marco de la Iniciativa para el Astroturismo Sostenible de la Unión Europea, en la que participan entidades como la Secretaría de Turismo de Campeche, el Colegio de Licenciados en Turismo de Perú y la Secretaría Nacional de Turismo de Coquimbo (Colombia).
Para avanzar en esta ruta, los especialistas señalaron tres ejes fundamentales: proteger el recurso mediante certificación internacional (por la Fundación Starlight o la International Dark-Sky Association), mejorar la competitividad de los destinos, y fortalecer alianzas público-privadas.
Así, mientras buena parte del mundo ha perdido la posibilidad de mirar las estrellas, Coahuila se prepara para convertirse en un faro de observación celeste, un destino donde mirar hacia arriba será sinónimo de desarrollo y orgullo regional.