Familia se encuentra dividida por la doble tragedia
El miedo también dominaba en el sepelio de la mujer que fue asesinada por su ex pareja mientras acompañaba a su madre por la pensión de 65 y Más en Banco del Bienestar
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
El silencio y la mirada vacía de doña Juanita Diamantina Piña, de 90 años, decían más que cualquier palabra, sentada junto al ataúd de su hija Leticia, sus ojos reflejaban tres cosas imposibles de ocultar: dolor, miedo y coraje; dolor por la pérdida, miedo por el infierno vivido y coraje por la injusticia que marcó a su familia para siempre.
Leticia Aguilar Piña fue asesinada a manos de su esposo, Cirilo de la Cruz Rangel, quien después de cometer el crimen se quitó la vida, un feminicidio que dejó a su familia en ruinas y a una comunidad estremecida.
La mujer fue velada en la capilla funeraria La Paz, donde amigos, vecinos y familiares llegaron entre lágrimas y flores para despedirla, la misma tarde del sábado, su cuerpo fue sepultado en el panteón Sagrado Corazón de Jesús, en Estancias.
María, su hija de apenas 22 años, tomo la decisión de acompañar a la familia Piña en el funeral y sepelio de su madre, mientras su hermano opto por hacerse cargo del velorio de su padre.