Denuncian precariedad en labores de CFE
Familiares de Pasta de Conchos temen que los trabajos en la mina se detengan, ante la falta de recursos y las condiciones que enfrentan los trabajadores
Alonso Crisante
LA PRENSA
NUEVA ROSITA, COAHUILA.– A casi dos décadas de la tragedia en la mina Pasta de Conchos, la incertidumbre vuelve a pesar sobre los familiares de los mineros fallecidos. Viudas y parientes de las víctimas han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que se frenen los trabajos de recuperación de restos, debido a la precariedad con la que operan las brigadas en el complejo minero.
Elizabeth Castillo Rábago, viuda de Gil Rico Montelongo, relató que los trabajadores que diariamente ingresan a la mina laboran en condiciones extremas y con herramientas mínimas, lo que ha generado un profundo malestar entre las familias que aún esperan justicia y verdad. “Están trabajando con las uñas, sacando el material con carretillas, a temperaturas extremas. Aunque no han dicho que abandonarán la misión, sí nos expresan lo pesado que es continuar sin apoyo”, dijo.
Las quejas fueron expuestas durante la reciente reunión quincenal entre familiares, autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en donde las viudas reclamaron la falta de refuerzos humanos y tecnológicos para acelerar las labores.
Pese a las denuncias, la petición fue rechazada. Las autoridades aseguraron que el personal actual es suficiente para cumplir con los objetivos planteados, y que hasta ahora se han recuperado 21 restos biológicos. Sin embargo, esta respuesta no ha calmado los temores de los deudos, quienes consideran que la negativa pone en riesgo el avance del rescate.
Castillo Rábago lamentó que, pese al tiempo transcurrido y al compromiso de la presidencia de la república, los esfuerzos no cuenten con las condiciones necesarias para dignificar la memoria de los trabajadores sepultados desde 2006. “Los muchachos que bajan todos los días están exhaustos, y nosotros vemos cómo se agotan sin tener siquiera maquinaria adecuada”, agregó.
El colectivo de viudas y familiares reiteró que mantendrán su exigencia de que se refuercen los equipos de trabajo para garantizar que los restos de todos los mineros puedan ser recuperados. “Este proceso ha sido largo y doloroso, y no vamos a permitir que se detenga otra vez”, sentenció la viuda.
La mina de Pasta de Conchos, donde murieron 65 trabajadores tras una explosión en febrero de 2006, sigue siendo símbolo de lucha por la justicia laboral y la memoria en México. Hoy, esa lucha continúa, pero con nuevas exigencias: que los compromisos se traduzcan en acciones concretas y efectivas.