De Parras a España
Con tan solo 20 años, ha llevado su vocación por la educación a escenarios internacionales, sin olvidar su raíz en San Pedro, Coahuila.
Por: Lucero Velázquez
LA PRENSA
En el marco del Día del Estudiante, la Prensa rinde homenaje a quienes con esfuerzo, dedicación y pasión construyen su futuro. Una de estas historias inspiradoras es la de Luz Cristal Soto Rosales, joven originaria del ejido San Esteban de Abajo, en San Pedro, Coahuila, que ha encontrado en la educación su camino de crecimiento y superación.
Estudiante de la Escuela Normal Oficial “Dora Madero” (ENODM) en Parras, Coahuila, Luz Cristal es un ejemplo de tenacidad. Desde pequeña, su familia ha sido su motor. Sus padres, Rolando Soto Torres y María Luisa Rosales Amador, junto a sus dos hermanas y su hermano, le han inculcado valores firmes y amor incondicional. Una frase de su madre ha guiado sus pasos: “Cuando veas una oportunidad, tómala y sal corriendo sin ver atrás”. Y así lo ha hecho.
En 2021, tras la pandemia, ingresó a la ENODM con la firme intención de convertirse en una maestra comprometida, capaz de formar no solo alumnos, sino personas plenas y seguras. Ser foránea fue su primer gran reto: enfrentó la distancia, la soledad y la administración de su vida en una ciudad distinta. Pero pronto encontró apoyo en su mejor amiga Mayumi, con quien compartió la aventura de estudiar lejos de casa.
En la casa donde vivía, bajo el cuidado de la maestra Eva, y junto a amigas como Marlet, también de San Pedro, formaron una comunidad de apoyo. Aunque distintas, compartían un sueño: ser docentes transformadoras.
En su formación, Luz Cristal ha destacado por su participación en eventos académicos y culturales, como congresos de investigación, desfiles y altares de muertos. Sin embargo, fueron dos experiencias las que marcaron su vida universitaria: las movilidades académicas.
La primera fue en 2023, en Quintana Roo; la segunda, en 2024, en Murcia, España. Ambas le abrieron horizontes y fortalecieron su vocación.
El proceso de selección no fue sencillo: requirió un alto promedio, un proyecto aplicable a cualquier grado, y documentación rigurosa como carta de motivos, pasaporte, certificado médico, entre otros. Además de sus estudios, tuvo que planear con detalle sus prácticas y materiales didácticos.
La noticia de su selección fue recibida con emoción y orgullo. Su familia, que siempre confió en ella, celebró el logro. Para costear los gastos, organizó rifas y, junto a sus compañeras, vendió frituras, dulces y aguas en la escuela. La solidaridad fue clave.
Ya en España, vivió una experiencia inolvidable. Fue recibida con honores en el colegio de Murcia y participó activamente en clases, compartiendo con los alumnos aspectos de la cultura mexicana: gastronomía, música, juegos, símbolos patrios y tradiciones.
El personal del colegio fue cálido y atento. La despedida fue emotiva: todos reconocieron la calidad del trabajo realizado. Además del aprendizaje académico, Luz Cristal conoció un nuevo estilo de vida: aprendió a usar el tranvía, se adaptó al clima, a una nueva gastronomía y convivió con personas de distintas culturas.
Durante los fines de semana, pudo viajar a lugares como Granada, Cartagena, Alicante, Madrid, y fuera de España, visitó París, Francia, donde conoció lugares emblemáticos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Palacio de Versalles y el Museo del Louvre. Todo esto fue posible con gastos personales y el apoyo económico del alcalde de Parras.
“Aprendí a valorar las culturas de otros y las propias. Extrañé la comida de México, pero probé cosas nuevas y deliciosas”, comenta con entusiasmo.
Hoy, Luz Cristal reflexiona sobre todo lo vivido: “Ahora valoro más lo que tengo y lo que soy. Me conozco mejor y deseo seguir creciendo”. Invita a sus compañeros y compañeras a nunca rendirse: “Intenten siempre. No dejen pasar oportunidades por miedo. La vida es de los que se atreven. ¡Siempre se puede!”
Concluye con una frase clara para las nuevas generaciones:
“Valoren a quienes los acompañan y, sobre todo, valórense a sí mismos. Posdata: cuiden su promedio”.
Desde niña soñaba con ser maestra. Jugaba a la escuelita con sus hermanas y primas. Hoy, su sueño está en marcha, con vocación, preparación y una visión global. En este Día del Estudiante, su historia nos recuerda que estudiar no es solo acumular conocimientos: es también formarse como personas, cruzar fronteras, vencer miedos y transformar el futuro.