Conmovedor mensaje en el Día del Padre en el Santuario de Guadalupe resalta el valor de la familia y el papel del padre como pilar de la espiritualidad en casa
Por Iván Villarreal
La Prensa
Monclova, Coahuila
Con un emotivo mensaje centrado en el valor de la familia, la comunidad y la fe, este domingo se celebró el Día del Padre en el Santuario de Guadalupe, donde decenas de familias se reunieron para rendir homenaje a los papás presentes y recordar a los ausentes.
Durante la ceremonia, Mónica Siller ofreció una reflexión conmovedora en la que destacó cómo la figura del padre refleja a Dios en su rol de guía, protector y formador de comunidad.
“¿En qué te pareces a Dios?”, preguntó, invitando a los asistentes a meditar sobre la dimensión espiritual de la paternidad. “Nos parecemos a Dios en que somos comunidad, en que somos familia, frente a un mundo que promueve el individualismo”, señaló.
Recordó cómo antes las familias compartían una sola televisión, un solo teléfono, y cómo eso generaba unidad, contraste con la realidad actual donde “cada quien tiene su verdad, su fe y su camino”. A través de ejemplos cotidianos, Siller remarcó que la verdadera felicidad no radica en cumplir un sueño personal, sino en lograrlo incluyendo a la familia.
Al final de su mensaje, pidió a todos los padres presentes ponerse de pie, momento en el cual el párroco Héctor Raciel, del Santuario de Guadalupe, dirigió una oración por todos los padres de familia: presentes, ausentes y fallecidos.
“Te damos gracias por el regalo de nuestros papás, abuelos, padrinos y suegros… En cuyas manos fuimos alimentados y a cuyo lado aprendimos a trabajar, jugar y orar”, pronunció el sacerdote mientras los asistentes guardaban un respetuoso silencio.
Como gesto simbólico, a todos los padres se les entregó un Santo Rosario como regalo por parte de la comunidad parroquial, recordándoles que el obsequio era para ellos, como signo de su papel sagrado en la familia.
La celebración concluyó entre abrazos, lágrimas y sonrisas, reforzando el mensaje central: la paternidad es reflejo del amor y la guía de Dios en nuestras vidas.