Trabajadores de la Clínica 7 ponen a sudar a los altos funcionarios que llegaron de la CDMX, “para que sientan lo que sienten trabajadores y derechohabientes”
Por Iván Villarreal
La Prensa
Durante una visita oficial a la Clínica 7 del IMSS en Monclova, los trabajadores del área de hospitalización del tercer piso de la Torre B ofrecieron una inusual, pero contundente protesta: apagaron los pocos abanicos disponibles para que los altos funcionarios vivieran en carne propia el sofocante calor que ellos han soportado durante meses.
Aprovechando el recorrido encabezado por Javier Guerrero, Director de Operaciones y Evaluación del IMSS, y por el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Anastacio Gómez, los empleados decidieron mostrar sin filtros las condiciones en las que laboran y en las que los pacientes reciben atención.
La acción fue tan clara como simbólica: por una hora, el tiempo que duró la visita, no se permitió el uso de ventiladores ni aire lavado. Los directivos, acompañados también por personal sindical y administrativo, sudaron intensamente al ingresar a las salas donde están internados los pacientes.
Entre pasillos calurosos y rostros indignados, escucharon de primera mano los reclamos del personal médico, de enfermería y de los propios derechohabientes, quienes coincidieron en que las condiciones térmicas son inhumanas, especialmente para personas con padecimientos de salud.
“Queremos que sepan cómo es trabajar aquí, cómo es recuperarse aquí”, expresó uno de los trabajadores durante el recorrido.
Aunque el momento de incomodidad duró apenas una hora, fue suficiente para que los visitantes experimentaran el ambiente hostil que ha generado malestar físico y emocional entre empleados y pacientes. La esperanza de todos ahora es que este gesto provoque acciones concretas y no se quede solo en una anécdota sudorosa.