Con tan sólo 13 años de edad, Valeria “N” había tomado la fatal decisión que expresó en una carta póstuma dejada a su familia. Abuela la encuentra y la salva
Ernesto Santos
LA PRENSA
Una adolescente de 13 años de edad intentó quitarse la vida y se colgó en su domicilio en la colonia Morelos de Ciudad Frontera; por fortuna su abuela se dio cuenta de lo que ocurría y haciendo acopio de fuerza salvó a Valeria “N”, quien en carta póstuma expresó que se sentía muy “solita” y se despidió de sus seres queridos.
La jovencita, vecina de la colonia Morelos en Ciudad Frontera, permanece hospitalizada tras su intento por acabar con su vida en medio de una profunda desesperación. Esta dolorosa realidad sigue creciendo, mientras muchos eligen el silencio antes que pedir ayuda, sintiendo que la esperanza ya no tiene lugar.
El pasado lunes por la noche, Horacio, sin empleo y agobiado por las deudas, tomó la trágica decisión de colgarse, dejando un vacío inmenso entre sus seres queridos. Su muerte no solo estremeció a su familia, también sembró más angustia entre quienes enfrentan batallas similares en silencio.
La tristeza se ha vuelto una sombra persistente en nuestra región, dejando tras de sí un rastro de dolor que cada día pesa más en el alma.
En tan solo una semana, la depresión ha provocado un suicidio y un intento, este último protagonizado por una niña de apenas 13 años.
Apenas dos días después, el miércoles por la mañana, una vida joven intentó apagarse prematuramente, encendiendo las alarmas en la comunidad. Valeria “N”, llena de tristeza, utilizó telas y un cinturón para colgarse en el cuarto de lavado, tras escribir una carta de despedida.
En aquella hoja plasmó su dolor, sus lágrimas invisibles, y una despedida que rompió el corazón de quienes aún la aman profundamente.
Justo cuando se entregaba al vacío, su abuela Jessica Imelda Martínez Hernández entró y descubrió la escena, logrando salvarla a tiempo.
Con el alma temblando, pidió ayuda, y en minutos la menor fue trasladada al hospital Amparo Pape de Benavides. Ahora su estado mejora satisfactoriamente, mientras recibe atención médica y próximamente psicológica para enfrentar una tormenta que jamás debió vivir tan sola.
CARTA PÓSTUMA
“Mami, tía, tío, hermanos: espero y me perdonen ya me he sentido muy solita, lo hice porque sentía que sería una solución, abuela perdón por todo lo que le hice pasar, por mi mala cabezas tía Lesly cuida mucho a los niños, díganle a mi mamá que sea fuerte y que no vuelva a lo mismo, que lo haga por mí y por mis humanos que me perdone por no esperarla, y a mi papá que sea fuerte que le eche ganas, a Obed que ojalá y en otra vida vuelva a ser mi hermano. que no se me dio conocer al bebé pero que lo cuide mucho.”, redactó a mano la joven en una carta que fue encontrada en el mismo lugar donde intentó despedirse del mundo.