El Palmeiras venció a Botafogo para ser el primer invitado a los Cuartos de final del Mundial de Clubes 2025
El Palmeiras venció 1-0 a Botafogo en tiempos extra para ser el primer invitado a los Cuartos de final del Mundial de Clubes 2025, instancia en la que se medirá al ganador del partido entre Benfica y Chelsea. Paulinho anotó el gol del triunfo al minuto 100.
El duelo de Cuartos de final se jugará en el Lincoln Financial Field de Filadelfia
Día: viernes 4 de julio.
Hora: 7 de la noche, tiempo de la CDMX.
PALMEIRAS Y BOTAFOGO, PRIMER TIEMPO DE BOSTEZOS
Un día antes del único duelo de octavos entre equipos de un mismo país, el técnico albinegro, Renato Paiva, pronosticó un enfrentamiento “muy táctico” y cerrado debido en parte a las características del rival. Atinó.
El también portugués Abel Ferreira se convirtió en el timonel palmeirense más laureado de la historia (10 títulos) siguiendo una filosofía futbolística similar a la de su compatriota José Mourinho, de resultados por encima de encanto.
Los dos últimos campeones del Brasileirao se preocuparon más por mantener el cero en “Philly”, de tarde calurosa, que por dar emociones a los 33.657 espectadores -la mayoría del Palmeiras– presentes en casa de los Eagles de la NFL.
La esperanza de un balompié pícaro, la joya Estêvão, de 18 años, lució desconectada en un primer tiempo de bostezos y muy errática al encargarse de la pelota parada, un arma que ya se ha demostrado útil para el Verdão.
Aunque por su zona, la izquierda, comenzó la única opción peligrosa del primer tiempo: un derechazo iracundo del mediocampista colombiano Richard Ríos, en el descuento, desviado al córner por las yemas de John.
ESTÊVÃO DESPIERTA, PERO…
Botafogo, que el año pasado tuvo la mejor temporada de su historia, al conquistar la Libertadores y la liga, no llegó siquiera a saber si Bruno Fuchs fue un reemplazo a la altura de Murilo, el central titular del Palmeiras, baja por lesión.
Aunque voluntarioso, Igor Jesus, verdugo del Paris Saint-Germain en el alucinante triunfo 1-0 en primera ronda, nunca fue alimentado para alterar la tranquilidad del arquero Weverton.
Al regreso de los camerinos, los paulistas pretendieron inclinar la cancha a su favor desde el arranque con un Estêvão conectado, que obligó a dos buenas atajadas de John tras un zurdazo de media distancia y un derechazo al borde de las 18.
Pero, en su mejor momento, a veinticinco minutos del final, fue sustituido junto a Vitor Roque para darles ingreso a otro juvenil, Luighi, y a Paulinho. Su salida fue oxígeno para el Botafogo.
Los herederos del inmortal Garrincha, aquejados por la ausencia por lesión del volante Gregore, pasaron a dominar la bola, aunque de nuevo sin perturbar a Weverton.
EL PREMIO PARA EL PALMEIRAS
Impulsado por el cántico de sus aficionados “Yo soy Palmeiras, sí señor”, el Verdão salió de su siesta y volvió a hacer brillar a John con un cabezazo a boca jarro del creativo Mauricio a centro del lateral uruguayo Joaquín Piquerez.
Pero eso fue todo. Todos los caminos conducían a un empate pálido y a la consiguiente prórroga, pero Paulinho necesitaba un premio a su lucha.
El gran refuerzo para esta temporada tuvo su desquite tras un año conturbado, en el que no ha podido hacer brillar la camisa 10 que porta en su espalda.
¿Tras el gol, al que le siguió minutos después la expulsión del capitán Gustavo Gómez? De vuelta a la realidad: regresó al banco sustituido. Ni vestido de héroe puede jugar más de cuarenta minutos.
Por Excelsior