Alumnos de sexto grado de la primaria Francisco I Madero celebraron el cierre de su etapa escolar entre música, baile y gran emoción
Por Iván Villarreal
La Prensa
CASTAÑOS, COAHUILA.– Lo que comenzó como una ceremonia solemne de graduación, se transformó en una fiesta inolvidable para los alumnos de sexto grado de la escuela primaria Francisco I. Madero Turno Matutino, quienes celebraron el cierre de su etapa escolar entre música, baile y emociones desbordadas.
Luego de recibir sus certificados de culminación de estudios, los niños se disponían a cerrar el evento con el tradicional desfile de despedida, pero la sorpresa cambió por completo el ambiente. De pronto, las primeras notas del mariachi se hicieron escuchar y el Mariachi Arévalo irrumpió en la escena, regalo Antônio Gomez, padre de familia a la generación que hoy dice adiós a las aulas de primaria.
El efecto fue inmediato: las maestras, madres, padres y, por supuesto, los pequeños graduados, se levantaron de sus asientos para bailar al ritmo del “Mariachi Loco” y otros huapangos que llenaron el lugar de energía y entusiasmo. La solemnidad dio paso a la espontaneidad. La pista fue el patio escolar y los pasos de baile, los de corazones alegres celebrando el final de un ciclo.
Pero la fiesta no terminó ahí. Cuando tocaba despedirse, en lugar de marchar en fila con la formalidad acostumbrada, los alumnos improvisaron coreografías originales mientras salían uno a uno, arrancando aplausos y risas del público. El broche de oro fue cuando la maestra Anabel Sepúlveda fue invitada por sus propios alumnos a unirse al baile. Con gusto aceptó, acompañando con sus pasos el júbilo de sus estudiantes.
Entre los asistentes destacaron la directora del plantel, Alma Delia Lira, y el padrino de generación, el ciudadano Juan Elizondo, quien regaló a toda la generación un viaje al Bioparque Estrella, gesto que fue recibido con entusiasmo y gratitud por los alumnos y sus familias.
Así, con música, sonrisas y abrazos, los niños de la Francisco I. Madero convirtieron su ceremonia de graduación en una celebración que quedará para siempre en la memoria de quienes la vivieron. Porque no solo egresaron con diplomas en mano, sino con el corazón lleno de alegría y esperanza.