“LA PRIETITA DE PAPI” SE HA IDO
“Ella me dejó una gran lección de vida. Me enseñó lo que es el amor verdadero entre una hija y su padre. Me siento agradecido con Dios por haberme permitido disfrutarla durante estos trece años”, señaló su padre Víctor Perales
Por Iván Villarreal
La Prensa
Una profunda tristeza envuelve hoy a la familia Perales, tras la inesperada partida de una pequeña de apenas 13 años que, hasta hace unos días, llenaba su hogar de alegría, energía y amor. Víctor Perales, padre de la menor, compartió conmovido unas palabras de despedida para su hija, a quien describió como su “pequeña princesa”, la consentida del hogar, “la prietita de papi”.
“La niña estaba sana, no padecía de ninguna enfermedad, fue algo repentino, una complicación por algo que comió”, relató el padre, aún en estado de conmoción. “Fue Dios quien decidió llevársela, no fue algo médico, simplemente sucedió”.
Su hija Joselyn Elizabeth Perales —quien era deportista, amorosa, estudiosa y alegre— deja un vacío enorme no solo en su familia, sino también entre sus compañeros y amigos de la Secundaria General No. 2, donde este martes se le rindió un último homenaje. “Va a estar un rato en la secundaria, no sé si hasta las 12:30 o 1 de la tarde, para que sus compañeritos, sus amigos, puedan despedirse de ella”, informó su padre.
Joselyn era la más pequeña de cuatro hermanos: Jessy, Victoria y Jonathan. “Siempre fue la consentida, la más mimada, y hoy le doy gracias a Dios por haberme dado la dicha de ser su papá”, expresó entre lágrimas.
Víctor concluyó su mensaje con un testimonio de amor paternal que conmovió a todos los presentes: “Ella me dejó una gran lección de vida. Me enseñó lo que es el amor verdadero entre una hija y su padre. Me siento agradecido con Dios por haberme permitido disfrutarla durante estos trece años”.
Posterior al homenaje escolar, los restos de la menor fueron trasladados al Panteón Sagrado Corazón ubicado en Estancias, donde fue sepultada acompañada por el amor de su familia, amigos y toda una comunidad que hoy llora su partida.