Convivir con animales de compañía promueve la capacidad de entender cómo se sienten los demás, así como aprender a solucionar diferencias y conflictos de una forma pacífica, señalan expertas
El amor a la naturaleza y el respeto y cuidado de los animales son valores fundamentales que la familia, la escuela y la sociedad deben inculcar a los niños; no solo para fomentar el bienestar de los seres vivos, sino como base para cultivar en las personas la empatía, la convivencia social y la solución pacífica de los conflictos, aseguran especialistas de diversas organizaciones.
Los adultos, ejemplo e iniciativa
Para inculcar a sus niños el cuidado y respeto hacia los animales, “los adultos deben ser los primeros en mostrar respeto, y un trato digno y justo, hacia los seres vivos en su vida diaria, ya que los niños aprenden observando”, señala el equipo de la Fundación Mona, organización dedicada al bienestar y conservación de primates.
También toca a los padres, antes de decidir adoptar una mascota, determinar si sus hijos más pequeños están preparados para convivir con un animal de compañía, si tienen la madurez y responsabilidad y, sobre todo, asegurarse de que su interés en tener una mascota no es pasajero.
Estos especialistas aconsejan dar pioridad a la adopción de mascotas en refugios y asociaciones protectoras, donde se puede conocer de antemano a los animales y hablar con el personal de estas entidades sobre sus necesidades y comportamientos.
La convivencia con animales como base de la empatía.
“La infancia se caracteriza por un sentimiento innato de proximidad al entorno natural, amor por todo lo relacionado con la naturaleza y los animales”, señala Nuria Máximo Bocanegra, directora de la Cátedra Investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, en el portal The Conversation.
Máximo considera que “enseñar a un niño a sentir amor por otra especie le hará aprender de forma más duradera y sencilla que los demás sienten y pueden sentir cosas diferentes o contrarias a las nuestras, y que en cualquier caso, nuestras acciones no deben ir encaminadas en otra dirección que no sea la del respeto”.
“La ciencia ha descubierto que la empatía es la chispa que enciende la compasión y nos induce a ayudar al prójimo cuando está sufriendo”. Nuria Máximo, Universidad Rey Juan Carlos.
“Si somos capaces de comprender y detectar cuándo el otro sufre, y cómo consolarlo, seremos capaces de solucionar nuestras diferencias y los conflictos de una forma más pacífica. Es decir, la empatía se convierte en una herramienta de protección social y de lucha contra la violencia”, reflexiona.
Ayudar a los niños a amar la naturaleza
Además de las mascotas, es importante inculcar el amor a la naturaleza, para lo cual, nada mejor que estar en contacto con ella. “Pasar tiempo al aire libre de forma constante nos ayuda a regular el estrés, dándonos tiempo y espacio para procesar nuestras emociones”, señala Olivia Barney, del Museo de Historia Natural de Utah.
Barney añade que “el tiempo que pasamos en la naturaleza también puede influir en la dinámica familiar y en las actitudes hacia la conservación o la responsabilidad ambiental, especialmente en los niños pequeños”. Agrega que un estudio realizado en Finlandia con niños en edad preescolar encontró que “cuanto más tiempo pasan los niños pequeños al aire libre, más se preocupan por cuidar el planeta”.
POR: LATINUS