Incluso con plena cooperación, veinte años de cárcel es la sanción mínima por dirigir una empresa criminal
Víctor Fuentes/Agencia Reforma
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Ovidio Guzmán López tendrá que convertirse en un colaborador de tiempo completo del Gobierno de Estados Unidos, si quiere evitar una condena de cadena perpetua.
Lo anterior, luego de declararse culpable ante una jueza federal de Chicago de dos cargos de dirección de una empresa criminal, por los cuales la Fiscalía considera que debe pasar el resto de su vida en prisión.
Como parte del acuerdo, Guzmán aceptó pagar 80 millones de dólares mediante el embargo de bienes que no se detallan.
El acuerdo de culpabilidad deja en suspenso la fecha para sentenciar a Guzmán, y establece que la Fiscalía pedirá a la Corte una pena menor a la cadena perpetua, si es que el acusado colabora en todo lo que se le requiera.
Incluso con plena cooperación, veinte años de cárcel es la sanción mínima por dirigir una empresa criminal.
“El acusado acepta que cooperará de manera absoluta y veraz en cualquier asunto en el que sea llamado a colaborar por las fiscalías para el Distrito Norte de Illinois, el Distrito Sur de Nueva York, el Distrito Sur de California, y la Sección de Narcóticos del Departamento de Justicia”, dice el acuerdo.
“Esa cooperación deberá incluir proveer información completa y veraz en cualquier investigación o preparación para juicios, así como su testimonio completo y veraz en cualquier procedimiento penal, civil o administrativo”, agrega.
También se advierte a Ovidio que la jueza podría imponer la cadena perpetua, incluso si la Fiscalía le pide no hacerlo, y que el acuerdo de culpabilidad no se puede revertir si la Fiscalía no hace recomendaciones en favor del acusado.
El primero
Ovidio se convirtió hoy en el primer miembro de su familia que acepta declararse culpable ante una corte federal de Estados Unidos.
Luego de meses de negociaciones, Guzmán aceptó su responsabilidad en cuatro de los quince cargos incluidos en dos acusaciones presentadas en su contra en Chicago y en Nueva York, que se acumularon en un solo expediente.
Dos cargos son por tráfico de fentanilo, heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana, por lo menos desde 2008, mediante importaciones desde múltiples países de América del Sur, y como uno de los cabecillas del cártel controlado por su padre, sus hermanos, y hasta 2024, por Ismael “El Mayo” Zambada.
Pero los otros dos cargos, por empresa criminal, son los más graves.
Incluso está prevista la pena de muerte para los capos de organizaciones criminales que ordenan o cometen asesinatos, pero dicha sanción no será aplicable, porque Guzmán fue extraditado y México no permite la pena capital contra las personas que envía a Estados Unidos.
En este caso, Guzmán aceptó que desde 2012, cuando tenía 22 años, pasó a formar parte de la empresa criminal de su padre, y se detalla el asesinato de tres narcotraficantes ordenado por los Guzmán entre 2018 y 2021.
También se mencionan los enfrentamientos con fuerzas del Gobierno mexicano en Culiacán en 2019 y en 2023, el primero, episodio cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó liberar a Ovidio, y el segundo, cuando finalmente fue detenido.