El valle coahuilense conserva a estos organismos únicos que permiten a la ciencia explorar los primeros capítulos de la evolución terrestre
Por: Alonso Crisante
LA PRENSA
CUATRO CIÉNEGAS, COAHUILA. – Los estromatolitos son formaciones biológicas milenarias que documentan el inicio de la vida en el planeta. Estas estructuras, generadas por comunidades de microorganismos —principalmente cianobacterias—, fueron responsables de los primeros procesos de fotosíntesis hace más de 3,500 millones de años, lo cual cambió la composición de la atmósfera terrestre al liberar oxígeno.
Actualmente, uno de los pocos sitios del mundo donde estos organismos continúan activos y en desarrollo es el Valle de Cuatro Ciénegas, en el estado de Coahuila.
En el marco del 15 de julio, Día Nacional de los Estromatolitos, el doctor Héctor Fernando Arocha Garza, biotecnólogo genómico y director del centro Génesis 4C – Museo Vivo & Laboratorio, explica la Prensa de Coahuila que este ecosistema representa un entorno de estudio excepcional por sus características fisicoquímicas únicas.
“Cuatro Ciénegas presenta una relación fósforo-calcio anómala, muy baja, lo que favorece la persistencia de organismos que en la mayoría del planeta ya no pueden sobrevivir. Estas condiciones reproducen aspectos clave de la Tierra primitiva”, detalla Arocha.
El investigador enfatiza que los estromatolitos de la región están vivos, en crecimiento, y son funcionales desde el punto de vista biológico. Esto convierte al valle en un laboratorio natural para la investigación en microbiología, evolución temprana, biotecnología e incluso astrobiología.
En Genesis 4C, el equipo liderado por Arocha realiza estudios genómicos y de resistencia microbiana en condiciones extremas, con aplicaciones que van desde la conservación ambiental hasta el desarrollo de tecnologías aplicables a la medicina y la exploración espacial.
“Comprender cómo sobreviven estos microorganismos en ambientes con escasos nutrientes y condiciones hostiles nos ofrece información clave para entender no solo el pasado de nuestro planeta, sino posibles escenarios de vida en otros cuerpos celestes”, añade el científico.
Arocha destaca también que, más allá de su valor académico, los estromatolitos y el ecosistema de Cuatro Ciénegas enfrentan amenazas reales por factores externos como la extracción de agua, el turismo no regulado y el cambio climático.
“Lo que está en juego es un patrimonio científico de valor global. Su protección no es solo responsabilidad de los investigadores, sino de todos los sectores sociales y gubernamentales”, concluye.
Este 15 de julio, con motivo del Día Nacional de los Estromatolitos, especialistas como Arocha reiteran la necesidad urgente de reforzar la conservación y monitoreo de este ecosistema clave para la comprensión de la historia biológica de la Tierra.