Instalados temporalmente en distintas vialidades de la región, recopilan datos del flujo vehicular para mejorar semáforos, planear rutas y reducir congestionamientos
Ulises Cruz
LA PRENSA
CASTAÑOS, COAHUILA.- En varias avenidas y calles de los municipios de la Región Centro y otras ciudades, es común observar cables negros o grises que cruzan la calle de un lado a otro. A simple vista pueden parecer cables tirados o incluso peligrosos, pero en realidad, guardan un papel más complejo e interesante y es que son cables sensores diseñados para medir el tráfico vehicular.
Estos cables forman parte de un sistema temporal instalado por las autoridades de movilidad con el objetivo de recopilar datos precisos sobre el número de vehículos que transitan, la velocidad a la que lo hacen y el tipo de automotores (autos, camiones, motocicletas).
¿Cómo funcionan? Cada vez que un vehículo pasa sobre el cable, éste detecta la presión y envía una señal a un dispositivo recolector que almacena la información. Esto permite conocer en tiempo real el comportamiento del tráfico en diferentes puntos de la ciudad.
Esta información es fundamental para que los responsables de la movilidad urbana puedan ajustar los tiempos de los semáforos, planificar rutas alternas y realizar mejoras en la infraestructura vial que beneficien a todos los usuarios.
Es importante destacar que estos cables están fabricados con materiales resistentes, capaces de soportar el peso y el paso constante de vehículos sin sufrir daños ni dañar los autos. Además, su instalación cumple con todas las normas de seguridad vial.
La ciudadanía debe tener cuidado de no manipular, mover o dañar estos cables, ya que eso afectaría la calidad de la información recopilada y dificultaría la planificación urbana.