La artista de 98 años expone este viernes 18 de julio sus múltiples obras en el Museo Coahuila y Texas
Por Iván Villarreal
La Prensa
En un mundo donde lo cotidiano puede pasar desapercibido, Beddy Gamboa Lugo encuentra magia en las formas de la naturaleza. Esta artista local transforma piedras, hojas y flores en piezas de arte que cuentan historias únicas, y su exposición, este viernes 18 de julio por la noche en el museo Coahuila y Texas, promete ser un reflejo de su vida dedicada a la creatividad. A sus 98 años, Beddy no solo crea arte, sino que comparte una filosofía de vida forjada por la imaginación, la resiliencia y un profundo amor por lo natural.
DE PIEDRAS A OBRAS DE ARTE
Sentada en su hogar en Monclova, Beddy sostiene una piedra con forma de caracol, una de sus creaciones más recientes. “Yo no las modifico, solo las limpio y dejo que me digan qué quieren ser”, explica con entusiasmo. A esta pieza le añadió antenitas y ojos, pequeños detalles que completan su visión creativa. “No las pulo, solo las pinto y les doy lo que les hace falta”, añade, mientras muestra otras piedras transformadas en figuras que parecen cobrar vida propia.
Su proceso es intuitivo: cada piedra le habla a través de su forma. Algunas se convierten en animales, otras en figuras abstractas, pero todas conservan su esencia natural. Esta conexión con la naturaleza se extiende a sus cuadros, que también estarán en la exposición. Algunos son pintados, mientras que otros están elaborados con hojas y flores cuidadosamente dispuestas para formar composiciones artísticas. “Me gusta escoger lo que la naturaleza me ofrece y darle una nueva forma”, dice Beddy, quien ve en cada elemento un lienzo para su imaginación.
INFANCIA DE JUEGOS E IMAGINACIÓN
La creatividad de Beddy tiene raíces profundas en su infancia. Como la menor de nueve hermanos y tras perder a su padre a los ocho meses de edad, creció en un entorno donde los juguetes eran escasos. “Mi mamá no tenía tiempo para esas cosas, así que me dejaba jugar e inventar”, recuerda. En compañía de sus hermanos mayores, quienes leían novelas de aventuras, Beddy participaba en juegos inspirados en historias como “Viaje al centro de la tierra”.
En uno de esos juegos, ella y su sobrina, un año menor, eran enviadas a comprar “pan que nunca se acaba” para un viaje imaginario. “Corríamos gritando ‘¡un dinosaurio!’ y nos escondíamos”, relata con una sonrisa. Esas aventuras no solo alimentaron su imaginación, sino que la enseñaron a encontrar formas y posibilidades en lo que tenía a su alrededor. “Aprendí a buscar en la naturaleza lo que no tenía en juguetes”, cuenta, un hábito que hoy define su arte.
Sin embargo, Beddy es clara al advertir que sus obras no son juguetes. “Los niños no deben jugar con piedras, pueden lastimar o romper algo”, dice con tono maternal, subrayando que su trabajo es para admirar, no para manipular.
EL ARTE DE LA RESILIENCIA
Madre de cuatro hijos –Lourdes, su hija, y tres varones, todos ahora jubilados–, Beddy ha enfrentado los retos de una vida marcada por la separación. Sus hijos se dispersaron por México para seguir sus estudios: uno en arquitectura, otro en leyes y el menor en Monterrey. “Quería radicarme donde estuvieran al menos dos de ellos, pero no fue así, se me dispersaron”, confiesa con nostalgia. Ahora, vive en Monclova junto a su hija Lourdes, a pocas casas de distancia, y encuentra en su arte una forma de mantenerse activa y conectada con su esencia.
Su vida no ha estado exenta de desafíos. Tras la muerte de su padre, sus hermanos mayores jugaron un papel crucial en su crianza, pero también tenían sus propias responsabilidades. “Yo era la más pequeña, la novena, y siempre fui curiosa”, recuerda. Esa curiosidad la llevó a explorar, inventar y, eventualmente, crear un arte que refleja su historia personal.
UN ENCUENTRO CON LA NATURALEZA
La exposición en Coahuila y Texas será un escaparate de la obra de Beddy Gamboa Lugo, pero también un testimonio de su filosofía de vida. Además de sus piedras pintadas, los asistentes podrán admirar cuadros que combinan elementos naturales como hojas y flores, transformados en composiciones que invitan a mirar el mundo con nuevos ojos. “Todo viene de la naturaleza, y yo solo le doy forma”, explica.
El evento, que se llevará a cabo hoy viernes por la noche, es una oportunidad para que la comunidad de Monclova se sumerja en el universo creativo de Beddy. Su mensaje a los jóvenes es claro: “Sigan su vocación, porque forzar otro camino puede llevar al fracaso”. Para ella, el arte no solo ha sido una forma de expresión, sino un refugio y una manera de encontrar belleza en lo simple.
LEGADO CREATIVO
Beddy Gamboa Lugo no solo transforma piedras en arte; transforma recuerdos, experiencias y elementos naturales en historias que trascienden. Su exposición no es solo una muestra de su talento, sino un recordatorio de que la creatividad puede surgir en cualquier circunstancia, incluso en la ausencia de recursos. Desde los juegos de infancia hasta las obras que hoy comparte con Monclova, Beddy demuestra que escuchar a la naturaleza es también escuchar al corazón.
La comunidad está invitada a descubrir su trabajo este viernes 18 de julio a las 08:00 de la noche en el Museo Coahuila y Texas, un viaje al mundo de una mujer que, con cada piedra y cada cuadro, celebra la vida y la imaginación que la ha guiado siempre.