La Feria de la Uva y el Vino de 1976 a 1985
Una década de esplendor cultural en Parras en sus festividades, conservando su esencia tradicional, pero abriéndose también a nuevas formas de expresión artística
Por: Lucero Velázquez
LA PRENSA
PARRAS, COAHUILA. – Durante la década de 1976 a 1985, la Feria de la Uva y el Vino vivió una etapa de profundo arraigo cultural y crecimiento local. En aquellos años, las calles de Parras se llenaban de color, música, aroma a vino y alegría familiar. Era un tiempo en que el pueblo entero se vestía de fiesta para honrar una de sus más antiguas tradiciones: la vendimia.
La feria no solo celebraba la producción de uva y vino, sino que también se convertía en un punto de encuentro donde la historia, el arte popular y la juventud brillaban con fuerza. Las coronaciones de las Reinas de la Feria eran actos esperados con emoción, simbolizando el espíritu de una generación. Las soberanas de cada año no solo eran embajadoras de belleza, sino también portadoras de la cultura, valores familiares y el legado vinícola de Parras.
Durante esos años, la feria contaba con desfiles de carros alegóricos, la coronación, la cena de gala, el tradicional baile de gala, los bailes populares, el tan esperado teatro del pueblo, el programa Así es mi Tierra, las muestras artesanales, las carreras de caballos, los concursos de danzas, los juegos deportivos y un sinfín de eventos que reunían a productores, deportistas locales y visitantes de todo el país. La Feria de la Uva y el Vino se convertía en un escaparate de talento regional y en una experiencia inolvidable para quienes caminaban sus calles.
Las familias se preparaban durante semanas para participar, decorar sus casas, asistir a los eventos y disfrutar de una agenda que incluía concursos, espectáculos musicales y exhibiciones ecuestres. No faltaban los paseos en carreta, las serenatas en la plaza principal y las misas de agradecimiento por la cosecha.
A través del tiempo, la Feria de la Uva y el Vino ha evolucionado, pero lo vivido en esa década marcó una identidad que aún hoy se celebra y se recuerda con cariño. Fue una época donde el corazón del pueblo latía al ritmo de la tambora, el danzón y el tintinear de las copas que brindaban por la tierra que da fruto, por las reinas que brillaban y por la historia que nos une.
Guardianas del vino y la tradición
Reinas de la Feria de la Uva y el Vino (1976–1985), una década de elegancia, identidad y legado en Parras
Entre los años de 1976 a 1985, la Feria de la Uva y el Vino de Parras vivió una de sus etapas más simbólicas y emotivas, donde las reinas no solo fueron embajadoras de belleza, sino auténticas portadoras de cultura, tradición y orgullo vitivinícola. Diez mujeres brillaron con fuerza propia y dejaron huella en la memoria de un pueblo que celebra cada agosto su vínculo con la tierra, la vid y la historia.
Hoy, al volver la mirada a aquellos años dorados, no solo recordamos una feria, sino todo un tiempo de unión, identidad y celebración. Fue una década en la que Parras se reconoció a sí mismo entre viñedos, tradiciones y rostros jóvenes que portaban con orgullo la historia de su tierra.
Cada reina, cada desfile, cada copa alzada y cada paso en las calles empedradas dejó una huella profunda que aún vibra en los corazones parrases. Porque la Feria de la Uva y el Vino no solo se vivía… se sentía, se soñaba, se compartía.
Y aunque el tiempo haya avanzado, en el alma de Parras sigue latiendo esa alegría sencilla y sincera, la de un pueblo que sabe celebrar lo que da raíz, fruto y futuro: su tierra, su gente y su vino.