Las calles del Pueblo Mágico se llenaron de alegría y color con el majestuoso recorrido, acompañado por la corte real y la reina María Camila I
Por Lucero Velázquez
LA PRENSA
PARRAS, COAHUILA.– La tarde del viernes 1 de agosto, el Pueblo Mágico de Parras se llenó de magia, tradición y color para recibir el tan esperado desfile real, uno de los eventos más emblemáticos y concurridos dentro del marco de la 78ª edición de la Feria de la Uva y el Vino. Las calles del municipio se abarrotaron de familias, visitantes y turistas, quienes desde temprana hora apartaron un buen lugar para presenciar el paso de la corte real encabezada por su Graciosa Majestad María Camila I, la nueva soberana de estas festividades, y por Daniela, quien recibió la distinción de princesa.
El recorrido dio inicio poco después de las 5:30 de la tarde, partiendo desde la alameda 20 de Noviembre siguiendo su trayecto por las principales avenidas, en un ambiente cargado de entusiasmo, música y júbilo. Los balcones, banquetas y plazas se llenaron de espectadores que no dejaron de aplaudir y vitorear a cada una de las participantes del convoy. Fue alrededor de las 7:30 de la noche cuando el contingente llegó a la Unidad Deportiva Francisco I. Madero, punto final del desfile, donde se congregó una gran multitud para esperar la velada de coronación, que dio inicio cerca de las 9:00 de la noche, coronando oficialmente a María Camila I como reina de la feria y a Daniela como princesa, marcando así el inicio de una nueva etapa en la historia de la festividad.
Durante el recorrido, alrededor de 50 carros alegóricos desfilaron engalanando las calles con diseños originales y coloridos, todos alusivos a la vendimia, la vitivinicultura y las tradiciones que caracterizan a este Pueblo Mágico. Cada carro se distinguió por sus detalles, combinando flores, racimos de uva, barricas y motivos típicos de la región, lo que provocó la admiración y los aplausos de los asistentes.
El desfile contó además con la participación de la reina saliente María Fernanda I, quien despidió su reinado entre muestras de cariño y reconocimiento; reinas invitadas de otros municipios e instituciones educativas que se sumaron a la celebración; embajadoras de diversas casas vitivinícolas que lucieron orgullosas los colores de la vendimia, así como las tradicionales figuras del Dios Baco, el Heraldo real y las vendimiadoras, símbolo viviente del trabajo, la cosecha y la alegría que distingue a Parras en cada vendimia.
La música, la danza y la alegría fueron los grandes protagonistas del evento. Grupos de danzas folclóricas, escaramuzas, cuadros de ballet y la banda municipal acompañaron la caravana real, haciendo vibrar a los presentes con su talento y entrega. El sonido de los tambores, las trompetas y los aplausos llenaron el aire durante todo el recorrido, generando un ambiente festivo único que año con año distingue esta celebración.
Uno de los momentos más emotivos y aplaudidos fue cuando los participantes del convoy compartieron con el público porciones de vino tinto, uvas frescas de la temporada, dulces típicos, campechanas y artículos regionales, gesto que refleja la hospitalidad y el espíritu generoso de Parras y su gente.