Prevalecen dudas sobre supuesto hurto en cuantía mayor
¿Por qué me tenía que suceder a mí?”, expresó entre lágrimas la trabajadora del hotel, acusada del robo de 1.5 MDP, luego de permanecer 3 semanas en la cárcel de Piedras Negras
Fabiola Sánchez Y Alexis Massieu
LA PRENSA
“Porque me tenía que suceder a mí, yo nunca he robado nada, ¿por qué ensañarse conmigo?”, expresó entre lágrimas Hilda “N”, imputada por el delito de robo por un monto aproximado de 1.5 millones de pesos en el hotel donde trabajaba; luego de haber permanecido casi tres semanas en el reclusorio femenil en Piedras Negras, la recamarera aseguró no haber tenido ningún contacto con el denunciante de este delito.
La imputada aseguró que desconocía por qué había sido acusada y quién había hecho el señalamiento, y fue a través de las audiencias que ella conoció el caso y se dio por enterada del apoyo que desde afuera estaba recibiendo por su familia, amigos y conocidos.
“No conozco a la persona, no sé cómo se llama, ni cómo es, nunca tuve contacto con él; en la habitación yo entré menos de 30 segundos y ya no había huésped”, reiteró visiblemente afectada, abrazada de su esposo.
Al salir de la sala de mediación, su esposo, Miguel Martínez, declaró que aún existen muchas dudas sobre lo que ocurrió en el hotel, y que el proceso legal apenas está en sus primeras etapas.
“Estos días lejos de su familia han sido muy difíciles para ella; apenas está asimilando todo lo ocurrido”, comentó.
Martínez señaló que, gracias al apoyo familiar y comunitario, lograron modificar la medida cautelar para que Hilda pueda permanecer en libertad, aunque con restricciones que incluyen no acercarse al hotel ni a ciertas personas relacionadas con el caso.
Sobre los siguientes pasos legales, indicó que la próxima audiencia será dentro de aproximadamente cuatro meses, tiempo durante el cual se reunirán las pruebas necesarias para demostrar la inocencia de su esposa.
Aseguró que están tomando todas las medidas para garantizar que se respete el amparo otorgado.
Hilda “N” agradeció profundamente el respaldo recibido de la comunidad, su familia y los abogados que la han acompañado en este difícil proceso.
Relató las condiciones complicadas en las que estuvo detenida, con espacios reducidos, falta de ventilación y pocas oportunidades para salir o caminar, lo que afectó gravemente su salud emocional.
“Fue muy doloroso estar ahí lejos de mi familia, con personas que no conozco, encerrada en un cuarto; eso nunca se lo deseo a nadie”, expresó sobre su experiencia en el reclusorio.
Comentó que, desde lo ocurrido, su familia ha recibido apoyo por parte de los directivos del hotel y que se le ha pagado semanalmente su sueldo, agradeciendo el apoyo incondicional que le ha dado su patrón Jorge Kalionchis.
“No entiendo por qué me sucedió esto, nunca he robado ni deseado mal a nadie, solo espero que todo esto termine pronto”, concluyó.
A menos de 24 horas de haber recuperado su libertad, el día de ayer, Hilda Natalia acudió a la Unidad de Medidas Cautelares para que le colocaran el brazalete electrónico, que se le impuso en lugar de la medida cautelar de la prisión preventiva.
Hilda Natalia dijo estar afectada por lo que le ocurrió en los últimos días, interviniendo su esposo cuando se le quebró la voz, para explicar que ha sido algo muy difícil para ella. Como fue el estar todos esos días lejos de su familia, algo que apenas está asimilando.