La iglesia convocó a las personas a darse cuenta de que la violencia no comienza con las armas sino desde el momento en que las palabras denotan intolerancia hacia el otro.
Desde México, la iglesia católica se unió al llamado del Papa León XIV a orar por la paz en el mundo en momentos en los que los conflictos bélicos parecieran desbordarse y arrastrar a muchas más naciones y dirigentes políticos a definirse en bandos.
Por esa razón, la iglesia convocó a las personas a darse cuenta de que la violencia no comienza con las armas sino desde el momento en que las palabras denotan intolerancia hacia el otro y faltas de respeto. Es entonces, que los hogares y casas de cada una de las personas se vuelve el sitio clave para parar la violencia y tender puentes al diálogo y a la paz.
«Recordemos que la violencia no comienza con las armas: empieza en las palabras ásperas, en los juicios que condenan, en la intolerancia que levanta muros en lugar de tender puentes. La paz, en cambio, nace cuando decidimos cuidar lo que decimos, cuando evitamos sembrar odio en las conversaciones, cuando aprendemos a callar antes de herir» subrayó este domingo el editorial del semanario Desde la Fe.
Para la arquidiócesis de México «si queremos un mundo distinto, debemos empezar por nuestros hogares. La primera escuela de paz es la familia: allí aprendemos a escuchar, a pedir perdón, a compartir, a respetar las diferencias».
De este modo «se desactiva la violencia y se siembra esperanza», abundó la publicación.
La iglesia aclaró que la mera súplica no es suficiente pues es preciso convertir los deseos de paz en «actos de resistencia»; es decir, asumir un compromiso personal para que cada acto en la vida de las personas favorezca un ambiente hacia la paz y la reconciliación entre las personas.
«La oración no se queda en el templo ni en lo íntimo de nuestra habitación. Nos impulsa a actuar. Quien ora de verdad por la paz, aprende a construirla en lo concreto de la vida diaria», enfatizó el semanario.
Este domingo, el Papa León XIV convocó a todos los países a trabajar en pro de la paz. La convocatoria la hizo al terminar el rezo del Ángelus desde la casa de descanso de Castel Gandolfo.
«Recemos para que lleguen a buen puerto los esfuerzos para hacer cesar las guerras y promover la paz; de modo que, en las tratativas (negociaciones), ocupe siempre el primer lugar el bien común de los pueblos», expresó el Sumo Pontífice.
Por Excelsior