Relató que un alumno de mayor tamaño y complexión física agredió a su hijo, incluso le clavó un lápiz en la garganta, sin que directivos frenen la agresión
Por Iván Villarreal
La Prensa
Una madre de familia del Colegio Guadalupe Victoria en Monclova denunció públicamente un caso grave de bullying hacia su hijo, así como presuntas represalias por parte de la institución tras sus quejas formales. Según el testimonio, un estudiante de mayor tamaño y complexión física agredía constantemente a otros niños, incluyendo intentos de asfixia y un incidente en el que habría incrustado un lápiz en la garganta de su hijo, causándole lesiones visibles.
La madre relató que, a pesar de presentar cartas a la directora, Nancy, y reunirse con la madre superiora, no se tomaron medidas efectivas para controlar al menor agresor. “Fui varias veces con la madre superiora, pero no quiso dar atención al problema”, afirmó. La denunciante señaló que su hijo, recién operado de un ojo, estaba en riesgo por las agresiones, ya que un golpe fuerte podría desplazar el lente intraocular que le habían colocado. Sin embargo, la directora minimizó las quejas y sugirió a los padres inconformes cambiar a sus hijos de escuela.
Tras escalar la queja a la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF), se ordenó aislar al menor agresor en un salón separado para tres materias, pero la directora lo reintegró al grupo, lo que derivó en el incidente del lápiz. La madre denunció que, tras insistir en la gravedad del caso, el colegio tomó represalias al impedir que su hijo presentara exámenes finales, afectando su continuidad escolar. “Soy servidora pública, y siento que por eso se pusieron a la defensiva. Me dijeron que mi hijo no podía seguir en la escuela, a pesar de que seguimos pagando”, expresó.
Una maestra, quien renunció al plantel, confirmó a la madre que no perjudicaría a su hijo y le enviaba actividades a escondidas para que pudiera ser calificado. La denunciante subrayó que su objetivo al hacer pública esta situación es alertar a otros padres sobre los riesgos que enfrentan los estudiantes en el colegio, donde el menor agresor continúa inscrito. “No quiero que otras familias pasen por esto. Se supone que una escuela católica debe ser humanista, pero han puesto en riesgo la integridad de los niños”, lamentó.
Hasta el momento, el Colegio Guadalupe Victoria no ha emitido un comunicado oficial sobre las acusaciones. La madre llamó a los padres a estar atentos y exigir medidas que garanticen la seguridad de los estudiantes.