Madre de familia señala a su pareja sentimental por haberla vapuleado brutalmente, por defender a su hija de 2 años
Por Iván Villarreal
La Prensa
Amayrany Díaz, una madre de familia residente en Monclova, ha hecho pública una denuncia por opacidad en la Fiscalía, tras sufrir una brutal agresión física por parte de Alejandro “N”, trabajador de la empresa APTIV en el turno B. Según el relato de Díaz, el incidente ocurrió el pasado domingo a las 2:00 a.m. en la vivienda de Castro, ubicada en la colonia Sierrita, donde ella fue privada de su libertad y golpeada, resultando en graves lesiones físicas, psicológicas y morales.
Díaz responsabiliza directamente a Castro de cualquier daño futuro a ella y sus hijas, detallando que el agresor, en plenas facultades y sin influencia de alcohol o drogas, la atacó después de que ella interviniera para defender a su hija de dos años de un castigo que consideró innecesario y traumático. De acuerdo con su testimonio, Castro despertó a la niña con videos a alto volumen pasadas las 10:00 p.m., y al no poder dormirla a la 1:00 a.m., la envió a un cuarto oscuro como castigo, sabiendo de su miedo a la oscuridad. Cuando Díaz intentó consolar a la menor, Castro la empujó en repetidas ocasiones, incluso golpeando accidentalmente a la bebé menor que ella cargaba, para luego sujetarla del cuello contra la cama, asfixiándola y propinándole múltiples puñetazos en el rostro.
En medio de la desesperación, Díaz logró defenderse, lo que permitió que Castro la soltara. Sin embargo, al ver la sangre abundante, el agresor cerró las puertas para impedir su salida, argumentando que no se iría hasta “calmarse”. Las hijas de Díaz lloraban mientras ella, con visión borrosa y sangrando profusamente, suplicaba por su libertad. Finalmente, Castro limpió la escena, cambió las sábanas y, con aparente tranquilidad, le ofreció $100 para un taxi, que ella rechazó. Díaz solo pudo tomar pañales, cartillas de vacunación y su credencial antes de huir.
La víctima acudió a una vecina en busca de auxilio, quien la llevó a la Clínica 9 del IMSS, donde se notificó a la Policía Violeta. Al llegar al domicilio, las autoridades encontraron la casa vacía. Posteriormente, Díaz fue trasladada a la Clínica 7 para radiografías y diagnóstico: tabique nasal desviado y fracturado (requiriendo cirugía), esguince cervical de segundo grado, fractura en el hueso occipital del cráneo, costillas astilladas y múltiples moretones.
Díaz expresó su frustración por la inacción de la Fiscalía, afirmando que Castro permanece en libertad, continúa su vida cotidiana y asiste a su trabajo sin repercusiones, mientras ella enfrenta secuelas que le impiden encontrar empleo. “Con mi cara deformada me niegan puestos, y por las edades de mis hijas no aplico a muchos horarios”, lamentó, destacando el dolor físico, psicológico y moral que sufre, viéndose “como un monstruo” al espejo. La madre de familia hizo un llamado público para compartir su caso, en busca de justicia ante lo que describe como vueltas infructuosas en la Fiscalía.