Llegó hasta el lugar donde se encontraba el uniformado con un bebé en brazos, para lanzarle amargos reclamos y hasta piedras
Manolo Acosta
LA PRENSA
Un oficial de la Policía Municipal terminó siendo protagonista de una auténtica novela de cantina, cuando su pareja llegó pasadita de copas, con bebé en brazos, a reclamarle cuentas en plena Presidencia Municipal; le aventó ofensas y piedras.
Mayra “N”, de 25 años, salió de la colonia Primero de Mayo, llego detrás de la Presidencia Municipal e irrumpió en la guardia del oficial José Carlos “H” dispuesta a sacar los trapitos al sol. Lo que empezó como un reclamo terminó convertido en un “show.
En medio de los gritos, la mujer descuidó a la bebé y la dejó caer al suelo, lo que encendió las alarmas de una conductora que pasaba por la zona y de inmediato pidió apoyo al 911, para rematar la escena, la joven, fuera de sí, arremetió contra la camioneta de su pareja, quebrándole los vidrios.
El oficial, que parecía tener más paciencia que santo de iglesia, tuvo que pedir refuerzos a sus propios compañeros, quienes llegaron hasta la plaza Alonso de León para contener el espectáculo, pero además de llevarse detenida a la mujer.
Mayra fue asegurada y trasladada a la Comandancia Municipal, mientras el uniformado se quedó a cargo de su hija y de los daños al vehículo, ante el juez calificador, la mujer recibió solo una sanción administrativa, ya que el policía prefirió no denunciarla formalmente.
El episodio dejó claro que los celos no perdonan uniforme, y que a veces la realidad en Frontera se escribe con más drama que cualquier capítulo de telenovela de las 8.