Urge empatía y recursos para atender este tema: diputada Fraustro Dávila
Jesús Medina
La Prensa
SALTILLO, COAHUILA.- La diputada Beatriz Fraustro Dávila advirtió que falta sensibilidad y un verdadero compromiso del Gobierno Federal para atender la creciente crisis de salud mental que enfrenta la población mexicana.
Señaló que preocupa la tendencia a reducir los recursos destinados a temas prioritarios dentro del sistema de salud, lo cual podría agravar la situación.
De acuerdo con el proyecto presupuestal federal, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones sufrirá en 2026 una reducción del 9 por ciento en comparación con 2024, afectando también a instituciones como los Centros de Integración Juvenil, el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia y el Instituto Nacional de Salud Pública.
“Esto ocurre en un contexto donde los problemas psicoemocionales van en aumento, afectando a millones de mexicanos y elevando las tasas de suicidio y los trastornos mentales”, subrayó la legisladora.
Fraustro Dávila advirtió que el sistema nacional de salud ya enfrenta carencias estructurales, y ahora se suma la urgencia de atender el bienestar emocional de la población. Por ello, insistió en la necesidad de incorporar criterios de empatía, además de garantizar un mayor respaldo presupuestal.
“El sector salud padece desafíos que se han agravado en los últimos años, como la saturación de servicios, los tiempos de espera prolongados, el desabasto de medicamentos y las desigualdades en el acceso a la atención médica. Todo esto impacta directamente en la mortalidad, la morbilidad y el bienestar psicoemocional de la población, especialmente en grupos vulnerables como personas sin seguridad social, comunidades rurales y familias de bajos ingresos”, puntualizó.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el acceso a la salud fue una de las principales carencias de la población mexicana en 2024. Alrededor de 44.5 millones de personas declararon no contar con servicios de salud, lo que representa al 34.2 por ciento del total del país.
“El desabasto de medicamentos es una crisis crónica del sistema de salud mexicano, lo que obliga a las familias a incurrir en gastos adicionales y pone en riesgo tratamientos para enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cáncer, así como para padecimientos psiquiátricos”.