Te contamos por qué se cree que los gatos tienen siete vidas, una creencia que ha estado presente por mucho tiempo.
Los gatos han sido durante siglos protagonistas de mitos, leyendas y curiosidades. Uno de los más conocidos es el que afirma que tienen siete vidas. Esta creencia, que ha viajado por generaciones está relacionada con su capacidad para escapar de situaciones peligrosas con una agilidad que parece casi imposible.
Aunque esta frase que hace referencia a las varias vidas que tendría un gato es muy popular, pocas personas conocen el verdadero motivo por el que se dice.
¿Por qué se dice que los gatos tienen siete vidas?
Resistentes a las caídas
No es casualidad que los gatos sean reconocidos por su habilidad para salir ilesos de situaciones extremas, una de ellas es por su habilidad de salir ilesos en caídas muy altas.
Cuando caen desde lugares altos, activan un mecanismo natural conocido como reflejo de enderezamiento, que les permite girar en el aire y aterrizar sobre sus patas.
Esta capacidad se debe a la estructura de su columna vertebral, la cual es más flexible que la de otros animales.
Además de eso, cuentan con un sistema vestibular altamente desarrollado. Gracias a él, el gato puede identificar de inmediato cuál es la posición de su cuerpo y cómo debe moverse para proteger su cabeza y torso en el momento del impacto.
Su ligereza corporal también juega un papel importante, ya que al pesar poco, la fuerza del golpe contra el suelo se reduce.
Al caer, sus patas musculosas absorben parte del impacto y su cuerpo se arquea para ofrecer más resistencia al aire, como si fuera un pequeño paracaídas natural.
En 1988, el doctor y biólogo Jared Diamond realizó un estudio en el que analizó 132 casos de gatos que habían ingresado a una clínica veterinaria tras caer desde diferentes alturas.
Los resultados fueron sorprendentes: 104 de ellos sobrevivieron. Entre los casos más impactantes estuvo el de un gato que se precipitó desde un piso 32. Pese a lo extremo de la situación, sobrevivió con solo un diente roto y un colapso pulmonar.
Curiosamente, los gatos que cayeron desde alturas más bajas sufrieron heridas más graves.
7, un número mágico
En muchos países de habla hispana, el número siete se repite constantemente en refranes, tradiciones y creencias. Se le considera una cifra mágica, asociada a la perfección o lo completo.
Existen siete días de la semana, siete notas musicales, siete pecados capitales y también siete años de mala suerte cuando se rompe un espejo.
Por eso, no sorprende que se haya elegido este número para describir la suerte y habilidad de los gatos para sobrevivir.
¿Nueve vidas?
En los países anglosajones, la versión más común de esta creencia afirma que los gatos tienen nueve vidas. Esto se relaciona con la mitología del Antiguo Egipto.
Según estas creencias, el dios del sol Ra viajó al inframundo tomando la forma de un gato. Se decía que tenía nueve vidas, una por cada una de las siguientes deidades: Shu, Tefnut, Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth, además de la suya propia.
Por otro lado, en regiones como Turquía o en algunos países árabes, la expresión se modifica: ahí se cree que los gatos tienen solo seis vidas, reflejando que este número también puede variar de acuerdo con el contexto cultural.
El simbolismo detrás de la frase
Esta creencia no solo se relaciona con la ciencia o la religión. También tiene un fuerte componente simbólico.
El número de vidas se asocia con la capacidad de adaptación y resistencia del gato, pero también con la idea de que cada vida representa una etapa distinta.
Algunas interpretaciones consideran que esas siete vidas simbolizan diferentes formas de vivir que un gato puede experimentar: distintas aventuras, aprendizajes y transformaciones.
En muchas obras literarias o artísticas, el gato aparece como un ser que evoluciona a lo largo de sus vidas, aprendiendo de cada experiencia.
Misticismo y respeto desde la antigüedad a los gatos
Desde tiempos antiguos, los gatos han sido vistos como criaturas especiales. En Egipto, por ejemplo, se les consideraba sagrados. No solo convivían con las familias, sino que eran adorados como protectores del hogar y del mundo espiritual.
Esta relación cercana con lo místico fortaleció la idea de que los gatos tienen algo más que una vida común: poseen una conexión con lo sobrenatural.
Su capacidad para recuperarse rápidamente de enfermedades o heridas también alimenta esta percepción.
Por Excelsior