SE ENCONTRABA EN EL CENTRO DE REHABILITACIÓN ALEGRÍA DE VIVIR
El paciente presentaba desnutrición y presuntos golpes; el lugar había sido clausurado semanas atrás
Por: Liz de la Fuente
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.– Un hombre de 39 años que se encontraba internado en el centro de rehabilitación Alegría de Vivir murió la mañana de este lunes luego de ser trasladado de emergencia al Hospital General de Saltillo, a donde arribó sin signos vitales, lo que activó una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado.
La persona fue identificada como Francisco Covarrubias Salazar, quien, de acuerdo con los primeros reportes médicos, presentaba un grave deterioro físico, presuntamente relacionado con el consumo prolongado de alcohol y otras sustancias.
El traslado ocurrió alrededor de las 11:00 horas y fue realizado por personal del propio centro de rehabilitación, ubicado en la colonia La Madrid.
A su llegada al área de urgencias, el paciente ya no contaba con signos vitales, aunque el personal médico realizó maniobras de reanimación sin lograr revertir el cuadro.
Durante la valoración inicial, personal de salud y del área de Trabajo Social detectó signos evidentes de desnutrición y abandono físico.
Asimismo, de manera extraoficial, trascendió que el cuerpo presentaba diversos golpes, situación que encendió las alertas de las autoridades y obligó a notificar a la Fiscalía estatal.
El acompañante fue identificado como un trabajador del centro de rehabilitación, quien permaneció en el hospital durante el proceso de notificación del fallecimiento.
ANEXO YA HABÍA SIDO CLAUSURADO
De forma preliminar, autoridades confirmaron que el centro de rehabilitación Alegría de Vivir había sido suspendido y clausurado el pasado 18 de octubre, luego de múltiples denuncias vecinales y revisiones oficiales que evidenciaron que el inmueble operaba sin permisos, sin licencia de uso de suelo y fuera de toda normatividad sanitaria.
Vecinos de la colonia La Madrid habían denunciado de manera reiterada ruidos constantes, desorden, consumo de alcohol, vandalismo y fiestas nocturnas, además de presuntas amenazas por parte de personal del lugar tras presentar quejas ante las autoridades.
Durante la clausura, inspectores municipales colocaron sellos de suspensión y advirtieron que romperlos constituía un delito. Sin embargo, horas después se documentó que el inmueble continuaba operando, con reuniones internas, presencia de familiares y personal de seguridad, pese a la orden de cierre.
HISTORIAL DE VIOLENCIA
El anexo Alegría de Vivir ya contaba con antecedentes graves. En febrero de 2024, cuatro trabajadores del centro fueron detenidos y vinculados a proceso por lesiones gravísimas, luego de que golpearan brutalmente a un joven de 20 años durante un intento de internamiento forzado, dejándolo en estado delicado.
En ese caso, la Fiscalía General del Estado confirmó que los empleados utilizaron la violencia durante el traslado del joven, lo que derivó en su hospitalización y en la detención de los presuntos responsables, quienes enfrentaron cargos penales.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Tras el fallecimiento de Francisco Covarrubias Salazar, la Fiscalía General del Estado ordenó una inspección al centro de rehabilitación y abrió una carpeta de investigación para determinar las causas exactas de la muerte y posibles responsabilidades penales o administrativas.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley, cuyos resultados serán clave para esclarecer si el deceso se debió a causas naturales, negligencia o algún tipo de violencia.