Los cuales llevarán su nombre, un hecho sin precedentes para un presidente en funciones
Por Staff/Excelsior
La Prensa
EU.- Trump estimó que la construcción de las dos primeras unidades tomará “alrededor de dos años y medio” y afirmó que esta nueva clase contará “rápidamente” con 10 buques, para alcanzar entre 20 y 25 unidades al término del programa.
Cada uno será el mayor buque de guerra en la historia de nuestro país”, e incluso “del mundo”, afirmó el multimillonario de 79 años, conocido por su uso frecuente de hipérboles.
Según sus declaraciones, los navíos estarán equipados con:
Cañones de última generación
Sistemas láser
Capacidad para portar armas hipersónicas
Potencial despliegue de armamento nuclear
Diseño personal y mensaje geopolítico
Trump indicó que desea implicarse personalmente en el diseño de los nuevos barcos y se describió como una persona “muy orientada a la estética”.
Asimismo, señaló que esta nueva clase de buques busca enviar un mensaje “para todo el mundo” y aclaró que “no es para China; nos llevamos muy bien con China”, en referencia a China, nación que ha reforzado y modernizado de manera acelerada su propia marina.
Normativa histórica y precedentes navales
De acuerdo con las normas históricas y administrativas de la Marina de Estados Unidos, no existe precedente de que una clase de buques de guerra sea nombrada en honor a un presidente en funciones.
La U.S. Navy Ship Naming Convention establece que:
Los portaaviones se nombran tradicionalmente por presidentes fallecidos o figuras históricas.
Los destructores y cruceros llevan nombres de héroes navales o conceptos históricos.
Cualquier excepción requiere autorización del Congreso y del Departamento de Defensa.
En la actualidad, los mayores buques de guerra del mundo son los portaaviones de la Gerald R. Ford-class, con:
337 metros de eslora
Desplazamiento superior a 100 mil toneladas
Propulsión nuclear
Estas cifras superan ampliamente a cualquier otro tipo de navío existente.
Además, la introducción de armas nucleares en buques de superficie no es una práctica operativa regular de la United States Navy desde el fin de la Guerra Fría. Por su parte, el desarrollo de armamento hipersónico naval continúa en fases de prueba y despliegue limitado, con calendarios que suelen extenderse más allá de dos años y medio por unidad, según reportes oficiales del Pentagon sobre programas de construcción naval.