Doña Herminia Salinas de Gutiérrez murió a la edad de 81 años la mañana de este miércoles 10 de febrero, confirmó la directiva de la Cadena Comercial Súper Gutiérrez.
Caracterizada por su bondad y su labor altruista, Doña Herminia, junto a su inseparable esposo, Don Antonio Gutiérrez Garza, iniciaron su propio negocio en el año de 1961, con una tienda de abarrotes en la calle 5, en el llamado Pueblo de Madera, en Nueva Rosita, donde surgió lo que es hoy la Cadena Comercial Súper Gutiérrez.
Doña Herminia, siempre fue el pilar al lado de su esposo Don Antonio Gutiérrez Garza. En vida siempre lo manifestó el extinto empresario.
Hoy a un año y diez días de la muerte de Don Antonio, su esposa, la mujer con un notable brillo de sus ojos verdes, los cuales irradiaron siempre en su belleza física y del alma, lo sigue al descanso eterno.
Fue a partir de 2009 cuando se creó la “Fundación Don Antonio y Doña Herminia Gutiérrez”, A.C., organización que vino a darle un rostro social a las actividades filantrópicas de esa noble familia, integrada por Doña Herminia Salinas de Gutiérrez, su esposo Don Antonio Gutiérrez Garza y sus hijos: Araceli, Antonio, Elizabeth, Adriana y César Alfonso Gutiérrez Salinas.
Así al paso de los años fue creciendo la cadena comercial, de tal forma que a la fecha cuenta con un total de 19 sucursales. La más reciente inaugurada en el mes de diciembre del 2020, en el sector Santa Teresa, en ciudad Acuña, Coahuila.
Debido a su labor altruista y filantrópica, Doña Herminia Salinas de Gutiérrez, mujer originaria de Nueva Rosita, hija de un carpintero y la más pequeña de nueve hermanos, recibió la Presea al Mérito de la Mujer Coahuila 2012.
Está Presea fue otorgada en el área de Labor Altruista, distinguiéndose durante toda su vida por su gran sentido de humanismo hacia las personas menos favorecidas: niños desprotegidos y en estado de abandono, personas de la tercera edad, personas con capacidades diferentes, indigentes, así como a personas que sufren de alguna enfermedad.
Lamentablemente este miércoles 10 de febrero, Doña Herminia Salinas de Gutiérrez murió, sin embargo, deja un legado de amor, no solo a la familia, sino en general al prójimo. Su obra filantrópica lo muestra. Tenacidad y perseverancia, como resultado del trabajo y el esfuerzo son la cadena comercial creada por ella y su marido.
Con su obra queda claro que cumplió con su familia y además cobijó a la sociedad. Descanse en Paz Doña Herminia Salinas de Gutiérrez.
Le sobreviven sus hijos Araceli, Gerardo Antonio, Elizabeth, Adriana y César Alfonso, quienes ahora serán los pilares del emporio que fincaron con tanto esfuerzo, Doña Herminia y Don Antonio Gutiérrez Garza.