CHILPANCINGO, Guerrero.-Elementos del Ejército, de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal asumieron el control de la seguridad en Iguala.
Sesenta policías municipales y 50 agentes viales entregaron ayer sus armas y las patrullas que estarán bajo resguardo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado.
En un comunicado, la SSP señaló que los agentes policiacos y agentes viales municipales serán trasladados al estado de Tlaxcala en donde recibirán un curso de capacitación y serán sometidos a exámenes de confianza.
La revisión del armamento de los agentes municipales estuvo a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El Secretario de Seguridad Estatal, David Portillo Menchaca, y mandos de la Guardia Nacional y del Ejército comunicaron la decisión al Alcalde morenista del municipio, Antonio Salvador Jaimes Herrera, con quien tuvieron una reunión en las oficinas del Ayuntamiento.
El síndico procurador Frumencio Ramírez Cardona consideró que es acertado que las fuerzas federales y estatales asuman el control de la seguridad ya que la Policía municipal no puede enfrentar a la delincuencia debido a que no tiene armamento suficiente.
Además, dijo Ramírez Cardona, casi la mitad de los elementos municipales rebasan los 60 años de edad y tienen sobrepeso.
Luego de los hechos de septiembre de 2014 en los que desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa, 52 policías municipales de Iguala fueron detenidos por su presunta responsabilidad en las desapariciones.
Sin embargo, 23 de estos agentes –a quienes se les vinculaba con el grupo delictivo de Guerreros Unidos– han sido dejados en libertad.
«La verdad la violencia en Iguala está a todo lo que da porque hay una guerra de los grupos de la delincuencia», afirmó el síndico Ramírez.
«La ciudadanía ya no sale de sus casas en la noche por temor a que en la calle haya una balacera; estamos viviendo una situación muy terrible», dijo el síndico.
Según los reportes oficiales, de enero a la fecha, 43 personas, entre las cuales un mando policiaco y un agente vial, han sido asesinadas en las calles de esta ciudad.
Una organización autodenominada Los Tlacos y el grupo Guerreros Unidos son los principales generadores de la violencia que se registra en Iguala, de acuerdo con las autoridades.
Testigos protegidos del caso Ayotzinapa han dicho en declaraciones ante la Fiscalía General de la República (FGR) que los integrantes de los dos grupos delictivos junto con policías municipales de Iguala, policía federal y el Ejército Mexicano fueron los partícipes de la desaparición de los 43 normalistas y los seis asesinatos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014.
Para realizar esas acciones contaron con la complicidad de las autoridades civiles del municipio de Iguala, la entonces Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.