Autoridades militares y policiacas de Guatemala intervinieron en la liberación esta madrugada de seis soldados mexicanos que fueron retenidos después de que un militar disparó y mató al joven Elvin Mazariegos Pérez.
En la negociación participó la Policía Nacional Civil y el Ejército de Guatemala, además de los comandantes de la región y de la zona militar de México.
Las autoridades guatemaltecas se unieron al diálogo porque en la retención no solo había pobladores mexicanos, sino también guatemaltecos de la comunidad Nueva Esperanza, todos rodearon a los elementos a fin de que explicaran lo que pasó.
La retención de estos militares duró casi 10 horas en los caminos de terracería del Ejido San José Bacatún, que pertenece al Municipio Mazapa de Madero, cerca de la línea divisoria entre México y Guatemala.
Un habitante del municipio contó a REFORMA que el joven de 30 años recibió dos disparos, uno en el cuello y otro en el pecho.
“Él es uno de muchas personas de Guatemala que vienen a México a comprar mercancía de abarrotes y que pasa por esta zona, sabemos que es de la religión católica y no era una mala persona”, dijo.
El poblador indicó que pronto se reunirán con uno de los sobrevivientes para conocer más detalles de los hechos, pues aseguran que fue una violación a los derechos humanos.
Reportes policiacos locales señalan que la liberación de los soldados sucedió a las 4:00 horas de este martes, y uno de ellos fue puesto a disposición del Ministerio Público federal.
Contradice Guatemala a Sedena
El Ejército de Guatemala afirmó que los soldados mexicanos fueron retenidos en su territorio.
“Soldados mexicanos que fueron retenidos por pobladores de la aldea La Esperanza, Tacaná, #SanMarcos, fueron liberados tras proceso de negociación, llevado a cabo por integrantes de la Brigada de Operaciones para Montaña del #EjércitoGT y PNC, entregados a autoridades mexicanas”, informó en una publicación de Facebook,
Esta versión contradice el relato sobre el incidente que hizo el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Sandoval, en la conferenciasmañanera, pues él afirmó que nunca dejaron suelo mexicano.
“Si bien se estableció que iban a ser movidos por esta gente a Guatemala, no dejan nunca el territorio, si se los llevan a un punto lejano donde estaba el área donde fue el incidente, pero no cruzan la frontera con Guatemala”, dijo Sandoval.
No fue error, le dicen a la Secretaría
Organizaciones civiles y especialistas criticaron que el Secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, calificara como “reacción errónea” el que un militar disparara y matara a un ciudadano guatemalteco en un puesto de seguridad en el Municipio de Motozintla, Chiapas.
“La ejecución de un migrante guatemalteco por elementos del #Ejército mexicano no puede calificarse sólo como una ‘reacción errónea'”, indicó el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
“Tal uso desproporcionado de la fuerza letal es consecuencia de emplear fuerzas castrenses, entrenadas para eliminar al enemigo, en tareas impropias de su naturaleza”.
La organización defensora de derechos humanos agregó que los hechos de ayer son ejemplo de por qué preocupa que el Ejército y la Guardia Nacional asuman tareas migratorias.
En tanto, el colectivo #SeguridadSinGuerra cuestionó al Presidente Andrés Manuel López Obrador por el uso de militares.
“¿Este es el Ejército que el Presidente López Obrador asegura que respeta los derechos humanos?”, cuestionó.
“No es la primera vez que un hecho así ocurre durante este Gobierno, el 25 de enero de 2020 dos jóvenes fueron asesinados en Carbó, Sonora, cuando iban a comprar tortillas”.
Catalina Pérez Correa, investigadora del CIDE, se sumó a las voces que criticaron que se hablara de un error militar.
“No fue un error, es el resultado del despliegue militar en tareas que no les corresponden”, escribió en Twitter.
