En su estrategia para frenar el robo de gasolinas y gas LP, el Ejército se metió hasta la cocina de Pemex, pero aún así continúa la ordeña.
De vigilar las refinerías en el arranque de la estrategia federal en diciembre de 2019, los soldados tienen actualmente presencia en 73 centros operativos de la petrolera, según un reporte oficial de la Sedena.
Eso incluye Terminales de Administración y Distribución (TAD), estaciones de regulación y medición, activos integrales, estaciones de bombeo, complejos petroquímicos y zonas industriales, además de las refinerías.
Pero funcionarios de Pemex siguen coludidos con el crimen para informar de la hora y los puntos de bombeo de combustible para poder ordeñar ducto.
En lo que va de este año sus operativos han derivado en que siete trabajadores de Pemex ligados a la ordeña de combustibles, entre ellos jefes de departamento, hayan sido puestos a disposición de FGR, que tiene a su cargo las indagatorias.
Esos siete petroleros se suman a otros 30 -17 en 2019 y 13 en 2020- que quedaron a disposición de la FGR.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) suma ya 5 mil 66 elementos en promedio mensual desplegados para la protección de instalaciones y ductos estratégicos de Pemex, confirmó la empresa.
«Están por todos lados, revisan las entradas y salidas de vehículos, el ingreso de personal, las funciones de los intendentes, preguntan qué hace un vehículo estacionado en tal parte o para qué sirven las mangueras conectadas de un generador a un sistema de bombeo, siempre con fusiles al hombro», reprochó un superintendente de Pemex que labora en la Refinería de Salamanca.