El Presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió un «montaje» televisivo haciendo show en la mañanera con todo y espectadores.
La exhibición dio pie para arremeter nuevamente contra los medios de comunicación, aunque, eso sí, reiteró que no hay censura, represión a los medios ni persecución de opositores.
Como lo anunció ayer, presentó un fragmento de la transmisión en vivo que hizo Televisa de la detención de Israel Vallarta y Florence Cassez en 2005.
Usó como pretexto la difusión del video de la aplicación de una vacuna «de aire» en Gustavo A. Madero porque, a su consideración, pudo tratarse precisamente de un montaje.
«Vamos a abordar el tema de los montajes que se realizan en los medios de información con el propósito de manipular a la opinión pública», presentó al arranque de la conferencia.
Luego de una ceremonia por el Día Mundial de la Salud, los funcionarios del gabinete presentes en la conferencia se levantaron de sus sillas con la intención de salirse del Salón Tesorería.
«¿Por qué no se quedan?», les dijo el Mandatario.
Más que pregunta, pareció una orden. Los funcionarios, entre ellos un sonriente subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, se quedaron y tomaron asiento.
López Obrador también invitó a la decena de invitados, incluidos médicos galardonados, que se quedaran para presenciar lo que calificó como asunto de importancia colectiva.
Ya con este «público», el Presidente pidió a Jenaro Villamil, del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, que presentara el video.
Villamil introdujo su exposición citando la famosa locución de Orson Welles, en Estados Unidos, y acusó que los «telemontajes» adquirieron en México una dimensión de escándalo en el pasado.
«(Este) video tiene que ver con un delito cometido en vivo, en cadena nacional», sentenció antes de recalcar que el presentador de aquel operativo fue el periodista Carlos Loret de Mola.
El video editado, de seis minutos, exhibió parte de la transmisión original y fragmentos de un programa televisivo especial sobre el operativo, en el que se cuestiona el «montaje».
También muestra una entrevista con el entonces titular de la desaparecida AFI, y a la postre Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en la que defiende la legalidad del operativo.
Durante la transmisión del video, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, no paraba de hacer comentarios con otros funcionarios; López-Gatell seguía riendo y el General Luis Sandoval esbozaba una sonrisa.
«Durante el periodo neoliberal y desde luego de tiempo atrás se presentaban hechos como este, como los que acabamos de ver por la asociación estrecha y hasta delictuosa que existía entre el poder político y los medios de información», sostuvo López Obrador.
«Entonces, se dejaba en estado de indefensión al pueblo, se podía manipular con absoluta libertad, ya se está viviendo un nuevo tiempo».
Tras recordar el caso de la niña Paulette, en el Estado de México, López Obrador prometió que «nunca, jamás» va a llevar a cabo prácticas como esa.
Se dijo seguro de que los medios están llevando a cabo un proceso de «reforma» para hacer prevalecer la ética, pero enfatizó su desacuerdo con una regulación gubernamental.
Pero el «show» no paró ahí. Dos youtubers le dieron entrada al mencionar a Loret de Mola y la falta de sentencia al presunto secuestrador Israel Vallarta.
Incluso, uno de ellos le preguntó si promoverá una reforma legal para castigar la «manipulación mediática».
«Ya se está viviendo un nuevo tiempo, ya son distintas las relaciones que se dan con los medios, de mucho respeto, se garantizan las libertades, no hay censura», respondió López Obrador.
«No hay represión a los medios, no se persigue a opositores, pero ya no se da esta relación perversa».
Sin tocar otros temas, el Presidente dio por terminada la mañanera y, hasta entonces, pareció recordar a sus invitados del sector salud.
«Ya no vamos a continuar, ¿eh? Con la conferencia, porque los médicos los tenemos aburridos con estas cosas, lo que les vamos a dedicar a los médicos es un aplauso».