
Productores ramosarizpenses reportan el incremento al doble en el precio del kilo de cera de candelilla, luego de un año de severa crisis por la caída en las exportaciones derivada de la pandemia.
Las condiciones de sequía que privan en algunas regiones, que complican la elaboración de este producto, ha favorecido también para que haya un aumento en la remuneración de una de las actividades más laboriosas y arriesgadas.
José Santos Velázquez, ejidatario de Nuevo Yucatán, informó que hasta el cierre del año pasado cada kilo de cera se comercializaba en 40 pesos y, actualmente, está en 80 pesos.
“Si estuvo muy difícil el año pasado porque el precio bajó bastante, pero sobre todo no nos estaban comprando porque no podían exportar, que había problemas y pues nos detuvimos con eso. Ahí fuimos sobreviviendo cómo pudimos, pero sí fue pesado”, comentó.
Con 51 años, don José ha dedicado la mayor parte de su vida a la elaboración de la cera de candelilla. Cada semana recorre 15 kilómetros para recolectar la planta que, posteriormente, es depositada en una paila con agua hirviendo y ácido sulfúrico.
“Nos aventamos unas seis cargas por día, para cada carga requerimos unos 100 litros de agua y eso es lo más complicado porque aquí no tenemos. Mas o menos estamos sacando unos 18 kilos de cera a la semana, es mucho trabajo y poco lo que recibimos”.
José Humberto García Zertuche, secretario municipal de Desarrollo Rural, confirmó que otra de las dificultades por las que atraviesan los candelilleros e ixtleros es el coyotaje, es decir, la adquisición del producto por parte de intermediarios que lo comercializan a un mayor costo ante grandes empresas.
“Tuvimos también problemas con la expedición de guías por parte de la Secretaría del Medio Ambiente, pero el gobierno del estado intervino y pudieron continuar con su actividad”, añadió.