El suicidio número cinco en Múzquiz se registró la noche del pasado lunes en el Mineral de Barroterán, y fue un hombre de 55 años de edad quien decidió acabar con sus problemas de salud y sentimentales ahorcándose al interior de su vivida.
El hombre se colgó con un mecate sintético de uno de los barrotes del techo y fue su hijo quien hizo el macabro hallazgo.
Sobre estos hechos, informó Ulises Ramírez Guillen, delegado regional de la Fiscalía General del Estado, que elementos de esta dependencia con destacamento en el Mineral de Palaú atendieron el reporte en Barrio Santa Cruz.
Dijo que el hoy occiso respondía al nombre de Joel Robledo Mendoza con domicilio en calle Río Bravo 55, y fue el joven Hugo Guadalupe Robledo Esparza, de 32 años, hijo del suicida, quien dijo a los agentes que llegó a visitar a su padre, quien vive en unión libre con una mujer.
La casa estaba cerrada con candado, pero que de igual manera pudo entrar y solo para encontrar a su padre colgado.
De inmediato buscó la forma de bajarlo, pero lamentablemente este ya no presentaba signos vitales. De cualquier forma, solicitó la presencia de los paramédicos, quienes al llegar le comprobaron que su progenitor ya estaba sin vida.
Ulises Ramírez dijo que al llegar los agentes encontraron en el interior del domicilio al hombre tendido en una cama, ya que su hijo lo había descolgado.
Sobre los posibles motivos que llevaron al padre de familia quitarse la vida, su hijo dijo que le acababan de diagnosticar tuberculosis y que padecía además una serie de enfermedades crónicas, entre otros problemas de salud, pero que en sí desconoce cuál fue el motivo que llevó a su padre a acabar con su existencia.
Finalmente, el cuerpo del hoy occiso fue trasladado a una funeraria local donde el médico legista de la FGE le practicó la necropsia de ley, a través de la cual se determinó que las causas de la muerte fueron asfixia por ahorcamiento.