
Por Carolina Salomón
Boris Azael Tobías Rodríguez, llevaba dos años laborando en la Unidad Hospitalaria Temporal de pacientes COVID-19 de la clínica 86 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presuntamente una severa depresión y problemas que tenía con su pareja lo llevaron a quitarse la vida.
El médico general de 32 años de edad, tenía una hija, colaboraba en la escuela de Enfermería Cruz Roja y desde hace unos años atendía su consultorio particular para tratar a pacientes con coronavirus y con otras enfermedades.
De acuerdo a sus compañeros del IMSS, Boris se presentaba a trabajar y por su aspecto físico se le notaba que estaba atravesando por problemas emocionales que no manifestaba abiertamente.
A algunos amigos más allegados les llegó a platicar que tenía problemas con su pareja, eso posiblemente le causó una depresión para terminar inyectándose un fármaco letal para suicidarse.
En su vivienda ubicada en la colonia Ciudad Deportiva, fue hallado sin signos vitales, su hermano Alberto lo encontró tirado y a un costado de él jeringas con las que presuntamente inyectó el medicamento.