Por Rocío de Jesús
El día de ayer inició la vacunación a personal médico del ámbito privado, la aplicación se realizó en el hospital regional Amparo Pape, donde el número de dosis disponible para la primera jornada era de 354, de un total de 738 destinadas para este sector.
Con previa cita, personal de clínicas y laboratorios privados, asistieron e hicieron fila desde temprana hora, para recibir esta protección tan esperada, luego de algunas protestas debido a que se vieron relegados.
Y es que desde el mes de diciembre que inició la vacunación, ellos no habían sido considerados hasta finales del mes de abril, cuatro meses después de iniciar la campaña general de vacunación contra el Covid 19.
El total de dosis que llegó para este sector médico, es de 738 vacunas del laboratorio Pfizer, de las cuales ayer se aplicarían 354 y el día de hoy el resto.
Cabe señalar que se trataba de médicos, enfermeras, nutriólogas, químicos, laboratoristas, entre otras categorías.
Faustino Aguilar Arocha, Jefe de la Cuarta Jurisdicción Sanitaria, manifestó que se revisará el listado total del personal, para saber cuántos faltan de aplicación y enviar la solicitud para ellos posteriormente.
URGÍA LA VACUNA
Eduardo Castellanos, propietario del Laboratorio Castellanos de San Buenaventura, agradeció que finalmente hayan sido tomados en cuenta para la aplicación de vacuna, ya que como laboratorista en todo momento estuvo expuesto a un contagio.
“De hecho por ser personal de salud, nos monitoreaban constantemente y una ocasión me dijeron que era positivo pero por fortuna yo fui asintomático”.
Mencionó que la vacuna era fundamental porque siempre han estado expuestos a atender gente contagiada.
“Llego un momento en que los hospitales públicos se saturaron y la gente ya no quería ir por miedo al contagio y se iban a clínicas particulares donde nunca dejamos de atender por ética y profesionalismo, pero nos urgía la vacuna para trabajar con más confianza.”
Alejandra Perches, nutrióloga del Centro Médico del Centro de Especialidades de Monclova, mencionó que durante toda la pandemia hubo temor del contagio y una vez llegada la vacuna, les pareció eterno el tiempo que tardaron en ser considerados para su aplicación.
Indicó que aunque ella no sufrió la enfermedad, sí sufrieron la pérdida de un compañero, precisamente el director del hospital.