La fallecida juez de la Corte Suprema de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, una defensora de la igualdad de género, volvió a hacer historia este viernes al convertirse en la primera mujer y la primera judía en ser velada con una capilla ardiente en el Capitolio.
El aspirante presidencial demócrata, Joe Biden, fue uno de los que acudieron a presentar sus respetos al Salón Nacional de las Estatuas, un espacio adornado con esculturas de prominentes estadounidenses, donde fue instalado el féretro.
Ginsburg, una juez liberal que estuvo en el alto tribunal desde 1993, falleció el viernes pasado a los 87 años. Conocida simplemente como RBG, era un ícono para millones de personas -incluidas muchas jóvenes- tras una larga carrera legal construida en la lucha por los derechos de las mujeres.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también asistió y dio la bienvenida a los restos de Ginsburg al Capitolio.
«Es con profundo pesar y profunda simpatía por la familia Ginsburg, que tengo el gran honor de dar la bienvenida a la jueza Ruth Bader Ginsburg para que descansen el Capitolio de Estados Unidos», dijo Pelosi en el salón.
«Lo hace en un catafalco construido para Abraham Lincoln. Que descanse en paz».
La pionera de los derechos civiles Rosa Parks también fue homenajeada en el Capitolio en 2005, pero como una ciudadana privada «con honores» y no con una capilla ardiente. Una estatua de Parks, colocada en 2013, está junto al féretro de Ginsburg durante la ceremonia.
Biden, que presidió las audiencias de confirmación de Ginsburg como senador en 1993, dijo el jueves que la juez fue una «voz de libertad y oportunidad».
Asimismo, pidió a los republicanos que cumplan sus deseos y no consideren un sustituto hasta después de la elección presidencial del 3 de noviembre.