El candidato priista a la Gubernatura de Nuevo León, Adrián de la Garza, afirmó que su estrategia de repartir tarjetas con la promesa de dispersar apoyos económicos si gana la elección ya fue revisada en 2018, cuando contendió por la Alcaldía de Monterrey, y no fue sancionado.
Luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió por segundo día consecutivo las tarjetas de la campaña en busca de votos denominada «mujer fuerte», el candidato de la coalición PRI- PRD dijo que no le preocupa una eventual investigación.
«Me preocuparía más que llegara Morena al poder, a través de Movimiento Ciudadano», expresó en entrevista, al insistir en que AMLO apoya a su rival de MC, Samuel García, quien encabeza las preferencias electorales en Nuevo León.
«Esto no es nuevo», señaló en relación al reparto de tarjetas durante la campaña, «ya en su momento fue revisado por las autoridades correspondientes, ya hay criterios establecidos».
En 2018, el PAN denunció ante el Tribunal Estatal Electoral el reparto en campañas de este tipo de tarjetas, acusando compra de votos, aunque el recurso fue desechado.
Sin embargo, la práctica podría estar violando la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, que prohibe expresamente a partidos y candidatos la entrega de propaganda electoral en la que se ofrezca algún beneficio mediato o inmediato, en especie o efectivo.
«Lo que estamos hacendo es la propuesta, y estamos haciendo ver los beneficios que van a tener», se defendió este jueves De la Garza.
«Es un despegable que se les entrega, y es el compromiso que hacemos de que se va a llevar a cabo este programa», añadió, «como el compromiso que establecimos en la elección del 2018».
El priista dijo que lo que debe preocupar no es su programa de reparto de apoyos económicos, sino la intervención del Presidente en la elección.
«Lo que nos debe preocupar es la intervención en esta elección de forma desesperada por tratar de posicionar al nuevo candidato de Morena que es Samuel García», insistió.