Por Carolina Salomón
María ha sido duramente atacada por la sociedad por el homicidio que cometió su hijo Raúl Armando “N”, eso la llevaría a desaparecer de Monclova y de las redes sociales en donde las agresiones hacia su persona han sido constantes en los últimos cinco días.
“Yo deseaba cerrar mi página pero sería una cobarde sí tengo a Dios de mi lado”, a la vez expresó que cuenta con el apoyo de decenas de personas que la han reconfortando y por las que luchará para salir delante de lo que ella considera una dura batalla.
La mujer es una pastora cristiana en Estados Unidos, pero en Monclova, Frontera y otros municipios de la región se ha ganado el cariño de mucha gente, aparte de que su vida está entregada a Dios ayuda a las familias más necesitadas.
A María también la culpan del delito que ella no cometió incluso sus vecinos le han advertido que nadie de su familia puede acercarse al domicilio porque los echarían.
Es una vivienda que ella compró hace aproximadamente 4 meses, localizada en calle Río Lerma Fraccionamiento Moderna pero que lamentablemente porque fue escenario de un crimen los colonos la quieren quemar y derrumbar.
“Hoy me siento como Job, estoy siendo probada sin perder mi fe en ti señor. Ni el dolor más grande puede separarme del gran amor que siento por ti. Sé que cada lágrima derramada la has tomando tú”, señala.
Raúl Armando, asesinó a puñaladas a José Emilio García Ibarra, de 35 años de edad, el cuerpo lo mantuvo oculto en una caja de plástico hasta que su padre lo denunció a la policía.