La Secretaría de Cultura del Gobierno de México pidió, a la diseñadora francesa Isabel Marant, una aclaración sobre el uso de elementos culturales de los pueblos originarios del País en su más reciente colección Etoile Otoño-Invierno 2020-21.
En una carta firmada por la titular de la Secretaría, Alejandra Frausto, se solicitó a la creadora exponga sus razones para privatizar una propiedad colectiva y cómo el uso de esos elementos culturales en sus diseños beneficia a las comunidades indígenas.
«Se trata de un principio de consideración ética que, local y globalmente, nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de la discusión pública un tema impostergable: proteger los derechos de los que históricamente se han invisibilizado, lo cual está sustentado en diversos documentos regionales como la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; e internacionales, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; el Convenio 169 de la OIT; la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, así como la Resolución 33/20 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas», se lee en la misiva.
En la carta, fechada el 29 de octubre, se hace referencia a que no es la primera vez que la francesa utiliza elementos originarios de México en alguna de sus prendas, lo hizo en su línea Etoile Primavera-Verano 2015 con la blusa Xaam nïxuy de las mujeres mixes de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
En esta ocasión, Frausto cita el caso de un «gabin» que es muy similar a los sarapes y jorongos usados tradicionalmente por los purépechas de Michoacán, Estado de México, Tlaxcala, San Luis Potosí y Oaxaca.
«Con su capa ‘gabin’ imita en primer lugar, el color intermedio para el fondo, lo cual permite que contrasten con mayor contundencia las figuras geométricas, tejidas en blanco y negro. En segundo lugar, usa franjas más oscuras y claras a tramos regulares a lo largo del lienzo, estableciendo un ritmo en la prenda. En tercer lugar, teje un diseño de cenefa cerca de la orilla inferior, con frecuencia una greca. En cuarto lugar, las proporciones entre las franjas oscuras y claras en la capa, e incluso su grosor irregular, concuerdan con los sarapes mexicanos.
«Las tres figuras geométricas (la greca serpenteante, las pequeñas mariposas y el rombo escalonado) son ubicuas en los sarapes mexicanos, por todo lo anterior, usted no puede argumentar que el diseño proviene de otra región del mundo, porque la correlación entre los colores, las franjas y las figuras en el «gabin» es exclusivamente mexicana».
La Secretaría de Cultura explicó que la carta cuenta con el respaldo de integrantes del Consejo Ciudadano de Derechos Colectivos, como la especialista en textiles mexicanos Marta Turok; el director del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, Alejandro de Ávila; la artesana zapoteca Margarita López Martínez; el maestro y especialista en textiles tradicionales Remigio Mestas Revilla, y el artesano tlaxcalteca Marino Armas Nieves.
Y sostuvo que la solicitud a la diseñadora francesa es un esfuerzo para proteger el arte y creatividad de los pueblos indígenas para evitar que sean plagiados por compañías nacional o internacionales.