Por Vianey Esquinca
Sí, pero no
• Si hoy fueran las elecciones, muy probablemente Morena arrasaría.
¿Se le puede ganar a Morena el 2021? Sí, pero no. Sí se puede, pero no con la oposición que se tiene en estos momentos en el país.
Los partidos políticos de oposición no viven sus mejores momentos. Varios de los priistas principales están lamiéndose las heridas y, como la muñeca fea, están escondidos por los rincones, temerosos de que Santiago Nieto los vea. Han querido mantener un perfil bajo, nivel sótano, porque saben que sólo basta que la Fiscalía General de la República o la Unidad de Inteligencia Financiera le rasquen un poco para encontrar un lodazal. Su pasado los paraliza.
El PAN sigue tratando de recomponerse, sin dar el paso definitivo. Aún están padeciendo los estragos que dejó a su paso la tormenta Ricardo Anaya y el rompimiento con Felipe Calderón y Margarita Zavala. No tienen un discurso propio, salvo el de cuestionar lo que hace el Presidente. Tocan al son que les toque el mandatario.
El PRD está en cenizas. Completamente disminuido. Algunas de sus principales figuras, al igual que los priistas, tienen el síndrome del avestruz, buscan esconder la cabeza para que no los vean porque saben que el peligro está muy cerca. La mejor prueba de ello es el coordinador de los perredistas en el Senado, Miguel Ángel Mancera, cuyo círculo cercano de exfuncionarios en el gobierno de la CDMX ha sido acorralado.
Movimiento Ciudadano ha logrado despegarse de los otros tres partidos, lo sabe y por eso ha anunciado que va solo. Sin embargo, su fuerza es limitada, en la mayoría no le alcanza para ganar. Dividir a la oposición es lo mejor que le puede pasar a Morena. Otros partidos como PT, PES o PVEM son de chocolate y rémoras de Morena.
Luego vienen otros esfuerzos. El Frente Nacional AntiAMLO (Frena) es la caricatura de una oposición, es justo lo que no se debe hacer: tratar de apagar el fuego poniendo gasolina. Sí x México es tal vez el esfuerzo más serio que hay, porque pretende unir a ciudadanos, académicos, activistas y decepcionados del actual gobierno, pero sigue pareciendo un movimiento de y para la élite. No han logrado llegarle al ciudadano de a pie.
Así que, si hoy fueran las elecciones, muy probablemente Morena arrasaría.
Andrés Manuel López Obrador ha señalado que la oposición está moralmente derrotada y sí, pero no. Si bien hay políticos en diversos partidos que tienen la espada de Damocles en la cabeza y seguirán resistiéndose a confrontar al gobierno, aún es tiempo de crear una verdadera alternativa que pueda pelearle espacios al partido oficial en las elecciones del 2021.
¿Qué se requiere? Formar alianzas partidistas, lo cual requiere una madurez política que no necesariamente se tiene, pero que puede construirse. Morena irá con PT, PES y PVEM, que, aunque haga berrinche, siempre terminará por venderse al mejor postor.
Elegir a los mejores candidatos, sean de cualquier partido, con posibilidades reales de triunfo. También deben apostarle a rostros y figuras nuevas frescas, pero que realmente conecten con la gente. Deben buscar más Mijis, Kumamotos, Colosios y menos Noroñas, Anayas u Osorios.
Es indispensable crear un discurso propio, propositivo. La narrativa de confrontación sólo le conviene a López Obrador. Además, debe ser claro, que ataque a los sentimientos y no a la razón. No se puede pretender conseguir un voto dando razones o hablando un lenguaje “mitocóndrico” a quien sólo hace caso a su intuición, a sus sentimientos y a un lenguaje sencillo y llano. Se trata de enamorar a la gente, no darle clases de economía.
La oposición tiene mucho trabajo por delante, pero si no se ponen las pilas Morena podría retener, incluso, aumentar su presencia en el Congreso y gubernaturas y, entonces sí, que Dios agarre confesado al país.