La Naranja Mecánica lució como en sus mejores tiempos, y a pesar de que se desfondó en la recta final del partido, logró la victoria 3-2 sobre Ucrania, que se apuntaló como uno de los rivales a vencer en el torneo.
En su regreso a una competición de primer nivel, luego de ausentarse de la Eurocopa de 2016 y el Mundial de Rusia 2018, la Selección de los Países Bajos echó a perder una ventaja de 2-0, pero se encontró con el tanto del triunfo al 85′ de la mano de Denzel Dumfries.
Ucrania le movió la pelota al cuadro local en los primeros segundos del cotejo, pero los neerlandeses se sacudieron de la presión con una escapada de Memphis Depay, quien con un caño incluido, se abrió espacio hasta buscar la puerta, remate que fue contenido por el arquero Gueorgui Bushchán al 2′.
Dos minutos después, el nuevo futbolista del Paris Saint-Germain, Georginio Wijnaldum, asistió como Michael Jordan, con la mirada al horizonte, a Dumfries, pero el portero tapó bien el espacio para evitar la caída de su marco.
La igualada sin goles se mantuvo hasta el complemento, pero la presión naranja era insostenible y al 52′ Wijnaldum abrió la cuenta luego de que el guardameta le dejara la pelota a merced, en su intento por cortar un centro raso; seis minutos después, la Oranje allanó el camino con el 2-0 de Wout Weghorst, quien fusiló a Bushchán en el área chica.
Sin embargo, la Zbirna reaccionó al 75′ con un golazo de Andriy Yarmolenko, que puso el balón en la escuadra del longevo arquero Maarten Stekelenburg, mientras que al 79′, Roman Yaremchuk aprovechó un servicio a balón parado para poner con la testa el del empate.
La Selección de los Países Bajos no bajó los brazos y Dumfries selló la victoria con un testarazo al 85′.
La Naranja Mecánica se colocó en el segundo lugar de su sector por debajo de Austria, que ganó 3-1 su duelo ante Macedonia del Norte.
