Por segunda ocasión en la historia, la Selección Mexicana de futbol se subió al podio en unos Juegos Olímpicos.
El Tri recibió el bronce obtenido ayer tras la victoria 3-1 ante Japón, en una ceremonia donde se entonó el himno nacional de Brasil, bicampeón olímpico en la rama varonil de la disciplina.
La plata fue para el equipo español, cuya bandera ondeó junto a la brasileña y la mexicana ante un vacío Estadio de Yokohama.
Cada jugador recogió la medalla de una bandeja, sostenida por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y se la colocó alrededor del cuello a su compañero de la izquierda, tal y como lo dicta el protocolo de Tokio 2020 para evitar que las preseas sean manipuladas por muchas personas, en atención a la pandemia de Covid-19.
El primero en la fila fue Luis Malagón, quien le colocó la medalla en el cuello a Jorge Sánche. El americanista le devolvió el favor al portero del Necaxa, y luego a César Montes, de Rayados. Así inició el ritual con el que cada uno de los 22 futbolistas mexicanos obtuvo su presea y, posteriormente, un pequeño ramo de flores.
La última vez que México se ganó un lugar en el podio olímpico del futbol varonil fue en Wembley durante Londres 2012, cuando obtuvo la medalla de oro (la última áurea de la Delegación Mexicana hasta el momento), acompañado por Brasil (plata) y Corea del Sur (bronce).
El cuadro dirigido por Jaime Lozano obtuvo la cuarta presea para la Delegación Mexicana en Tokio 2020.
