POR FRANCISCO TOBIAS
La tasa de interés es el precio del dinero, es decir es lo que pagamos por utilizar un dinero que no es nuestro o bien es el costo de adelantar un consumo futuro hacia el presente.
Existen diversas tasas de interés sin embargo en nuestra economía se utiliza la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) como la tasa base para el establecimiento del resto de las tasas de interés como la de los créditos hipotecarios, automotrices, de las tarjetas de crédito y demás. Las autoridades monetarias, Banxico para el caso México, utilizan la TIIE como un instrumento de la política monetaria, con el fin de mantener el poder adquisitivo del peso, es decir para intentar controlar la inflación.
El funcionamiento del uso de la tasa de interés parece ser cosa sencilla, sin embargo, se deben de considerar demasiados factores y en la mayoría de las ocasiones intervienen factores, que los economistas llamamos exógenos, es decir factores que no fueron contemplados. De manera simple la idea es que al aumentar las tasas de interés, se aplica una política monetaria restrictiva, los agentes económicos prefieren invertir su dinero en instrumentos financieros y no pedir prestamos, provocando que la demanda se contraiga y así la inflación no aumente, cuando la autoridad monetaria reduce la tasa de interés lo que busca es que los integrantes de la economía gasten y pidan prestamos diversos, esta última se le conoce como política monetaria expansiva.
Entonces, ¿cómo es posible que el Banco de México aumente la tasa de interés, cuando necesitamos reactivar la economía mexicana? Pareciera que es un despropósito económico en estos momentos y bajo las circunstancias actuales, pero si analizamos varias cuestiones que nos afectan a todos, tal vez terminemos por darle la razón a los 4 integrantes de la junta de gobierno del Banco de México que votaron a favor de aumentar la tasa de interés de un 4.25 al 4.5 por ciento.
A finales del 2020 las autoridades pronosticaban que la inflación general para el 2021 sería de 3.57% sin embargo, para agosto del presente años ya se tiene un pronostico del 5.7% más de dos puntos que el pronostico inicial, es decir que se espera, si todo sigue igual, que perdamos una capacidad de compra del 5.7 por ciento, lo que significa que compraremos menos con la misma cantidad de pesos. Otro factor es la inflación que están viviendo nuestros vecinos del norte, quienes están experimentando un alza de sus precios rápida y alta.
Por otro lado, con el aumento en la tasa de interés en México se busca también, atraer inversión financiera del exterior pues los activos financieros mexicanos se vuelven más atractivos, además quienes cuentes con inversiones en UDIBONOS, los cuales son deuda del gobierno federal que adquieren los particulares, obtendrán mayores beneficios.
Parece que las políticas monetarias tienen una doble cara, o bien se asemejan más a una espada de doble filo, pero en verdad yo creo más en la frase del economista indio Raghuram Rajan, quien afirmó: “el hombre común se beneficia de una baja en las tasas de interés”.