Para repoblar la colonia que conforma el hábitat natural del perrito de la pradera, a casi 50 kilómetros al sur de Saltillo, se regresaron a sus terrenos 84 ejemplares de la especie, que sigue en peligro de extinción.
Alrededor de 10 días atrás se hizo lo propio con otros 90 y se pretende incorporar a su hábitat a cuando menos 200.
La secretaria de Medio Ambiente del Estado, Eglantina Canales Gutiérrez, encabezó la liberación del grupo de perritos de pradera que retornaron a su hábitat en la reserva natural del Gobierno del Estado en las inmediaciones del ejido “Guadalupe Victoria”.
“Se trata de un predio de 200 hectáreas donde los ejemplares tendrán la oportunidad de sobrevivir a plenitud, ya que las lluvias recientes dejaron pastizales suficientes para su alimentación”, explicó.
Junto a autoridades de PROFAUNA, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, la funcionaria estatal liberó a los ejemplares que previamente fueron capturados en zonas de alto riesgo para su integridad.
Se localizaron en áreas a asentamientos humanos o bien en terrenos destinados al cultivo y a la ganadería, que de una u otra forma inciden en su captura o muerte.
Canales Gutiérrez recordó que el perrito de la pradera sigue en peligro de extinción y existe en áreas de Coahuila, Nuevo León, Zacatecas y San Luis Potosí.
Desafortunadamente su hábitat natural fue alterado por el uso agrícola o ganadero, por lo que es preciso reforzar sus poblaciones, indicó.
El sitio donde se liberaron las especies es propiedad del Gobierno del Estado y su objetivo es la conservación de la especie, citó Canales Gutiérrez.
Detalló que personal de PROFAUNA, CONANP y de la UAAAN colaboran con la Secretaría de Medio Ambiente estatal para la restauración de esa área.
Por lo que respecta al tema legal del traslado de los ejemplares al área, señaló que en su oportunidad se trabajó con la SEMARNAT y la Dirección General de Vida Silvestre.
Por otra parte, expresó que las autoridades relacionadas con la protección y el cuidado al medio ambiente continuarán con la búsqueda de la mayor cantidad posible de terrenos para la reproducción y conservación de la especie.
No obstante, reconoció que es complicado ese objetivo porque en la región del sur de Saltillo, donde se ubica su hábitat natural, predominan las áreas agrícolas o bien sujetos a otros regímenes de aprovechamiento.